• Google reconoce que la "web abierta está en rápido declive".
  • La declaración contradice la narrativa reciente de la compañía sobre la salud del ecosistema online.
  • Google argumenta que una posible desinversión en su negocio publicitario aceleraría este declive.

Google ha admitido en un documento judicial que la "web abierta está ya en rápido declive", una afirmación que contrasta fuertemente con las declaraciones públicas recientes de la compañía. Durante meses, Google ha defendido que la web "prospera", que la inteligencia artificial no está afectando negativamente al tráfico y que su motor de búsqueda dirige a los usuarios a una mayor variedad de sitios web que nunca. Sin embargo, esta nueva declaración, detectada por Jason Kint y recogida por Search Engine Roundtable, surge en el marco de un litigio que determinará cómo Google abordará su posición de monopolio en el sector de la tecnología publicitaria.

La empresa argumenta, en su defensa ante la recomendación del Departamento de Justicia de EE. UU. de dividir su negocio publicitario, que tal medida "solo aceleraría" el declive de la web abierta. Según Google, esto "perjudicaría a los editores que actualmente dependen de los ingresos de la publicidad gráfica de la web abierta". Esta admisión refleja una realidad que muchos editores digitales y propietarios de sitios web independientes ya están experimentando, habiendo reportado una disminución en el tráfico tras cambios en el algoritmo de Google Search y el auge de los chatbots de IA.

Un portavoz de Google, Jackie Berté, intentó matizar la declaración, calificándola como "una línea sacada de contexto que tergiversa" el documento legal. Según Berté, la referencia se hacía específicamente a la "publicidad gráfica de la web abierta" y no a la web en su totalidad, señalando que las inversiones en publicidad gráfica fuera de la web abierta, como en televisión conectada y medios minoristas, están creciendo a expensas de las de la web abierta. A pesar de estas aclaraciones, la admisión judicial pone de manifiesto las tensiones entre la narrativa oficial de Google y las preocupaciones de la comunidad de creadores de contenido online.