- La organización DOGE se disuelve de forma abrupta.
- Elon Musk abandonó su liderazgo en abril, dejando un vacío de poder.
- La salida de Musk generó resentimiento y conflictos internos.
La agencia gubernamental DOGE ha cesado sus operaciones de manera inesperada, ocho meses antes de que expirase su carta fundacional. Este desenlace se produce tras la controvertida salida de Elon Musk de su rol de liderazgo en abril, quien dejó tras de sí un considerable vacío de poder y un ambiente de profundo malestar.
El legado de Musk y el caos interno
La etapa de Elon Musk al frente de DOGE en Washington fue sumamente conflictiva. Conocido por su estilo directivo implacable, Musk implementó recortes presupuestarios drásticos, despidos y audaces movimientos de poder que generaron fricciones tanto con empleados gubernamentales como con potenciales aliados políticos. Este comportamiento exacerbó las tensiones internas hasta un punto crítico.
La lucha por el poder tras la partida de Musk
A finales de mayo, tanto DOGE como Musk perdieron el favor de la Casa Blanca, lo que llevó a una mayor resistencia por parte de asesores presidenciales hacia la agencia. La salida oficial de Musk el 30 de mayo también implicó la de su mano derecha, Steve Davis. Sin embargo, Davis, con una larga trayectoria junto a Musk, intentó asumir el liderazgo, lo que provocó una división interna entre el personal de DOGE, con algunos apoyando su gestión y otros oponiéndose firmemente.
La caída de DOGE y el vacío de poder
Los miembros de DOGE que desconfiaban del liderazgo de Davis, especialmente al no ser ya un empleado gubernamental, intentaron planificar el futuro de la organización sin su participación. Davis acusó a estos miembros de intentar un golpe de estado, y la Casa Blanca intervino rápidamente para desmantelar el intento de consolidación de poder de Davis en menos de dos semanas. Lo que siguió fue una serie de reestructuraciones y cambios de liderazgo que culminaron en la disolución de DOGE como entidad centralizada.
Confirmación de la disolución
Al ser consultada por Reuters sobre el estado actual de DOGE a principios de este mes, la Casa Blanca respondió escuetamente: "eso no existe". Musk llegó a Washington con la ambiciosa meta de reducir el gasto gubernamental en billones de dólares. Sin embargo, durante su breve mandato, el gasto gubernamental aumentó, y dejó tras de sí numerosas relaciones dañadas y una organización desmantelada.