• La anomalía del Atlántico Sur, un punto débil en el campo magnético terrestre, se ha expandido considerablemente en la última década.
  • Científicos vinculan este crecimiento a patrones inusuales en el límite entre el núcleo líquido de la Tierra y su manto rocoso.
  • Esta región es crucial para proteger la vida en la Tierra de la radiación cósmica y el viento solar.

La anomalía del Atlántico Sur, una zona donde la fuerza del campo magnético es notablemente menor, ha aumentado su tamaño hasta casi igualar la extensión del continente europeo en los últimos once años. Utilizando datos de los satélites Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA), los científicos han observado que esta región se ha expandido significativamente desde 2014. Un estudio reciente publicado en 'Physics of the Earth and Planetary Interiors' relaciona este desarrollo con extraños patrones en la frontera entre la capa líquida de la Tierra y su manto rocoso.

Los satélites que atraviesan esta zona experimentan dosis de radiación más elevadas, lo que hace que el estudio de la anomalía sea vital para la seguridad de las misiones espaciales. Los datos de Swarm revelan que, mientras que en el hemisferio sur se espera que las líneas del campo magnético salgan del núcleo, bajo la anomalía del Atlántico Sur existen áreas inesperadas donde el campo magnético, en lugar de salir, regresa al núcleo. Además, se ha observado que un punto fuerte del campo magnético en Canadá se ha debilitado, mientras que uno en Siberia ha crecido. La constelación Swarm, compuesta por tres satélites, fue lanzada en 2013 para estudiar las complejidades del campo magnético terrestre.