• OpenAI declara una "alerta roja" interna para mejorar ChatGPT.
  • Google Gemini ha superado a ChatGPT en algunas pruebas y gana popularidad.
  • OpenAI retrasa planes de publicidad y otros productos para centrarse en la mejora de su chatbot.

La situación en la industria de la inteligencia artificial ha dado un giro inesperado. Tras el lanzamiento de ChatGPT hace tres años, que obligó a Google a reaccionar con una "alerta roja" interna, ahora es OpenAI quien declara una emergencia similar. El CEO de OpenAI, Sam Altman, ha solicitado a la compañía que priorice la mejora de ChatGPT, llegando a posponer planes de publicidad y el desarrollo de otros productos.

La competencia de Gemini impulsa la respuesta de OpenAI

La decisión de OpenAI se produce tras el reciente lanzamiento de Gemini 3 por parte de Google, un modelo que ha demostrado superar a ChatGPT en diversas pruebas de referencia y ha generado un considerable entusiasmo en redes sociales. En un memorando interno, Altman calificó el momento como "crítico para ChatGPT", anunciando el aplazamiento de integraciones publicitarias, asistentes de IA para salud y compras, y una función de asistente personal llamada Pulse. Se han implementado transferencias temporales de equipos y se han establecido reuniones diarias para supervisar las mejoras del chatbot.

El ascenso de Gemini en el mercado

Gemini 3, lanzado a mediados de noviembre, ha escalado rápidamente hasta la cima de la tabla LMArena, un sitio de referencia colaborativo donde los usuarios comparan y votan por las respuestas de diferentes modelos de IA. El éxito de Gemini ha sido reconocido incluso por figuras prominentes del sector tecnológico, como el CEO de Salesforce, Marc Benioff, quien anunció su cambio de ChatGPT a Gemini 3, calificando el avance como "insanamente grande". En cuanto a usuarios, mientras ChatGPT cuenta con más de 800 millones de usuarios semanales, la aplicación Gemini de Google ha experimentado un crecimiento notable, pasando de 450 millones de usuarios activos mensuales en julio a 650 millones en octubre.

Desafíos financieros y la carrera por la supremacía en IA

A pesar de la aparente urgencia, algunos analistas cuestionan la magnitud de la "alerta roja" de OpenAI. Columnistas como Robert Cyran sugieren que OpenAI podría estar intentando abarcar demasiado con una tecnología aún en desarrollo. La compañía, valorada en unos 500.000 millones de dólares, enfrenta una desventaja competitiva significativa: a diferencia de Google, que financia sus proyectos de IA con ingresos publicitarios, OpenAI no genera beneficios y depende de la financiación externa. Se estima que OpenAI tiene compromisos financieros superiores a un billón de dólares con proveedores de computación en la nube y fabricantes de chips, necesarios para entrenar y operar sus modelos de IA.

Innovación continua en el horizonte

No obstante, el panorama tecnológico se caracteriza por su dinamismo. El memorando de Altman también revela planes para el lanzamiento de un nuevo modelo de razonamiento simulado la próxima semana, que podría superar a Gemini 3 en evaluaciones internas. La industria de la IA se encuentra inmersa en un ciclo constante de avances y contrapropuestas, una dinámica que se prevé continuará mientras la inversión siga fluyendo.