- Josh Sawyer, director de diseño en Obsidian, confiesa no sentirse seguro en su empleo tras 26 años en la industria.
- Señala que los ciclos de desarrollo más largos y la externalización de talento han empeorado las condiciones laborales.
- A pesar de la precariedad, destaca la mejora en la diversidad e inclusión dentro de los equipos de desarrollo.
Josh Sawyer, veterano desarrollador con 26 años de trayectoria en la industria del videojuego, ha expresado su profunda preocupación por la creciente inestabilidad laboral en el sector. A pesar de haber trabajado en títulos aclamados como Fallout: New Vegas y la saga Pillars of Eternity, Sawyer confiesa que nunca se ha sentido verdaderamente seguro en su puesto, y que esta sensación se ha intensificado en los últimos tiempos. Sus declaraciones, realizadas durante una conferencia en Melbourne, pintan un panorama desolador para muchos profesionales del medio.
Sawyer atribuye esta falta de seguridad a varios factores, entre ellos el aumento exponencial del tamaño de los equipos de desarrollo y la prolongación de los ciclos de producción, que ahora pueden extenderse de 5 a 8 años. Esto contrasta drásticamente con las décadas anteriores, donde los equipos eran considerablemente más pequeños y los proyectos se completaban en plazos mucho más cortos. Además, la tendencia a la externalización y la contratación por proyectos específicos, si bien permite flexibilidad, genera una mayor precariedad para los trabajadores, quienes a menudo luchan por obtener salarios dignos y cobertura sanitaria, especialmente en países como Estados Unidos. La industria, a pesar de su enorme volumen de negocio, parece priorizar la eficiencia a corto plazo sobre la estabilidad a largo plazo de sus empleados.
No obstante, el director de Obsidian también ha señalado aspectos positivos en la evolución de la industria. Uno de los avances más significativos, según Sawyer, es la notable mejora en la diversidad e inclusión de los equipos de desarrollo. Ha pasado de trabajar en entornos donde apenas coincidía con mujeres a ver una representación mucho mayor de diferentes géneros, nacionalidades y orientaciones sexuales. Esta apertura, facilitada en parte por el auge del trabajo remoto, ha enriquecido la cultura empresarial y la perspectiva creativa de los estudios. A pesar de los desafíos persistentes, este avance ofrece un atisbo de esperanza en un sector que, en otros aspectos, parece volverse cada vez más incierto.