- Los desarrolladores recibieron material de la película a través de capturas en pantalla azul, sin tener una visión clara del aspecto visual final.
- Se les prohibió competir en diseño con juegos como Star Wars: Jedi Knight, limitando las posibilidades de acción en primera persona.
- El desarrollo para PS2 se pospuso, obligando a adaptar el juego a la PS1, lo que se describió como una "pesadilla".
El desarrollo del videojuego Star Wars: Episodio I - La Amenaza Fantasma, lanzado en 1999 para PC y posteriormente para PlayStation 1, estuvo plagado de dificultades. Big Ape Productions, el estudio encargado, se enfrentó a restricciones significativas por parte de LucasArts que limitaron su creatividad y ambición. Una de las principales limitaciones fue la imposibilidad de desarrollar un juego de acción en primera persona, ya que no podían competir con la calidad de Star Wars: Jedi Knight, que se estaba creando simultáneamente.
Además de las restricciones de diseño, el acceso al material de producción de la película fue extremadamente limitado. Los desarrolladores solo recibieron capturas en pantalla azul, lo que les obligó a tomar decisiones de diseño basadas en suposiciones sobre la trama y la apariencia visual. Esta falta de información concreta generó incertidumbre y errores en la representación de la historia. La transición del desarrollo previsto para PlayStation 2 a la PlayStation 1, debido a retrasos en la consola de nueva generación, añadió una capa adicional de complejidad técnica, calificando la experiencia como una "pesadilla".
La situación se complicó aún más por la prohibición de incluir elementos que ya estaban siendo desarrollados por otros equipos, como las carreras de vainas, que finalmente se materializaron en el juego Star Wars: Episode I - Racer. A pesar de las numerosas limitaciones, el equipo trabajó bajo una presión considerable para lanzar el juego a tiempo para el estreno de la película, priorizando la velocidad de desarrollo sobre la innovación.