• La incertidumbre en Steam sobre qué contenido es aceptable está llevando a desarrolladores a buscar métodos de distribución alternativos.
  • La distribución física, a través de USB personalizados o formatos creativos, se presenta como una vía para ofrecer experiencias más únicas y controladas.
  • La iniciativa busca devolver a los creadores el poder sobre cómo se presenta y distribuye su obra, más allá de los algoritmos de las plataformas digitales.

La creciente censura en Steam, especialmente hacia juegos con temáticas LGTBQ+ y para adultos, está forzando a los desarrolladores independientes a reconsiderar sus estrategias de distribución. Rosario, un desarrollador de 21 años, expresa su preocupación diaria al comprobar si su novela visual Parfum Nostalgique sigue disponible en la plataforma. La falta de transparencia sobre qué criterios determinan la eliminación de juegos genera un clima de inseguridad, afectando a una comunidad que ya se enfrenta a dilemas con procesadores de pago y presiones de grupos conservadores. Estos eventos han llevado a la eliminación de títulos y a la imposibilidad de usar modelos como el acceso anticipado para ciertos géneros, sin una guía clara sobre las normas a seguir.

Como respuesta a esta situación, Rosario ha lanzado una guía en formato zine titulada Holding the Baby: How to make and distribute physical games in the age of digital download dominance. Esta publicación aboga por la distribución física como una forma de recuperar el control creativo y la conexión con los jugadores. Lejos de los tradicionales CDs, se enfoca en formatos como unidades USB personalizadas, que pueden adoptar formas y diseños únicos, permitiendo una experiencia mucho más íntima y artística que una página de tienda digital estandarizada. La idea es que el propio juego se convierta en un objeto de colección, un recuerdo tangible que trascienda la mera transacción digital.

Rosario, aunque reconoce que la distribución física no soluciona el problema de fondo de las políticas de las plataformas, cree firmemente en su potencial para revitalizar la industria y la relación entre creadores y público. Al transformar los juegos en proyectos de arte, los desarrolladores pueden reconectar con las motivaciones originales que los impulsaron a crear. Esta aproximación no solo hace que la experiencia del jugador sea más memorable, sino que también permite que el juego sea más que un simple producto, convirtiéndose en un objeto personal y significativo. Si bien no se trata de abandonar plataformas como Steam, estos acontecimientos deben servir como una llamada de atención para diversificar los métodos de distribución y asegurar que los creadores mantengan la soberanía sobre su trabajo.