- La IA de vídeo Sora 2 de OpenAI permite la creación de contenido con figuras públicas fallecidas.
- OpenAI ha confirmado que no aplica las mismas protecciones de imagen a las figuras históricas que a las vivas.
- Familiares y fans expresan su malestar por el uso no consentido de la imagen de sus seres queridos.
La reciente presentación de Sora 2 por parte de OpenAI ha generado controversia debido a su capacidad para recrear a figuras públicas fallecidas, incluyendo las declaraciones de Zelda Williams, hija de Robin Williams, que ha clasificado estos vídeos de "asquerosos". A diferencia de las protecciones implementadas para las personas vivas, que requieren consentimiento explícito, la herramienta de generación de vídeo permite la manipulación de imágenes de celebridades muertas sin restricciones. Esto ha llevado a la proliferación de vídeos en redes sociales que muestran a figuras como Michael Jackson, Tupac Shakur o Bruce Lee en situaciones ficticias, lo que ha causado angustia a sus familiares y seguidores.
OpenAI ha declarado que permite la generación de figuras históricas, argumentando que estas no pueden dar su consentimiento para el uso de su imagen. Esta postura contrasta con las medidas adoptadas para las figuras vivas, quienes pueden controlar su representación a través de la función "cameos", que requiere un escaneo facial y otorga control total sobre el uso de su imagen. La compañía, que ya ha tenido que ajustar sus políticas respecto a obras con derechos de autor, se enfrenta ahora a críticas por la falta de salvaguardas éticas en la recreación de personas fallecidas, un debate que recuerda a controversias pasadas sobre el uso de la imagen digital.
El uso de recreaciones digitales de celebridades fallecidas no es un fenómeno nuevo, pero la accesibilidad y la calidad de Sora 2 elevan la preocupación. Las leyes de derecho de publicidad en Estados Unidos varían según el estado, pero algunas protecciones post mortem se centran en usos comerciales. Sin embargo, la interpretación de "propósitos transformadores" bajo la Primera Enmienda y la posibilidad de incluir "descargos de responsabilidad" pueden permitir la creación de este tipo de contenido. La controversia subraya la necesidad de un debate más profundo sobre la ética de la IA y la protección de la imagen, incluso después de la muerte.