• Roblox implementa tecnología de escaneo facial para estimar la edad de todos sus usuarios.
  • Se asocia con la IARC para estandarizar las clasificaciones de contenido de los juegos a nivel mundial.
  • Busca ofrecer mayor claridad a los padres sobre la idoneidad de los juegos para sus hijos.

La plataforma de juegos en línea Roblox ha anunciado una importante expansión de su tecnología de estimación de edad, aplicándola a todos sus usuarios, además de una nueva alianza con la International Age Rating Coalition (IARC). Esta medida busca reforzar la seguridad y proporcionar a los padres una comprensión más clara del contenido al que acceden sus hijos. La tecnología de estimación de edad, que analiza rasgos faciales a partir de selfies, se complementa con la verificación de identidad y el consentimiento parental para ofrecer una precisión mayor que la simple introducción de la fecha de nacimiento.

La colaboración con la IARC significará la sustitución de las etiquetas de contenido propias de Roblox por las utilizadas por agencias de calificación internacionales. Esto permitirá que los jugadores en Estados Unidos vean las clasificaciones de la ESRB, mientras que en otros países se aplicarán los ratings de sus respectivas autoridades, como PEGI en Europa. El objetivo es que los padres puedan identificar fácilmente factores de riesgo en los juegos, como la presencia de sangre, violencia o lenguaje adulto. Estas actualizaciones se producen en un contexto de creciente escrutinio regulatorio sobre la protección de menores en plataformas digitales.

A pesar de estas mejoras, la plataforma sigue enfrentando desafíos en cuanto a la seguridad y la protección de los menores frente a actores malintencionados. La compañía ha invertido en diversas herramientas de seguridad, como el sistema de IA Roblox Sentinel y controles parentales, pero las quejas y estudios recientes sugieren que aún existen vulnerabilidades. La implementación de estos nuevos sistemas de calificación y estimación de edad pretende ser un paso adelante para empoderar a los padres y aumentar la confianza en la seguridad del entorno de juego.