• Casi 7.000 de los 8.808 centros de datos operativos funcionan fuera del rango de temperatura ideal de 18-27°C.
  • Alrededor de 600 instalaciones se encuentran en zonas con temperaturas medias anuales superiores a 27°C.
  • La ubicación de los centros de datos prioriza factores como la disponibilidad de energía y el coste, a menudo por encima de la idoneidad climática.

La mayoría de la capacidad mundial de centros de datos se encuentra en climas que imponen penalizaciones permanentes en refrigeración y eficiencia energética. Según la guía de la industria de ASHRAE, las temperaturas óptimas del aire de entrada para los centros de datos oscilan entre 18°C y 27°C. Sin embargo, un análisis global de centros de datos operativos muestra que casi 7.000 de las 8.808 instalaciones funcionan fuera de este rango, lo que genera un coste energético y de refrigeración innecesario.

Desafíos climáticos en la ubicación de centros de datos

Alrededor de 600 instalaciones se ubican en áreas donde las temperaturas medias anuales superan los 27°C, mientras que muchas otras operan en regiones más frías por debajo de los 18°C. Singapur, por ejemplo, con temperaturas que rondan los 33°C y una humedad superior al 80%, alberga más de 1,4 gigavatios de capacidad operativa. Las temperaturas ambiente más altas incrementan la demanda de refrigeración y reducen la eficiencia de la transmisión eléctrica, lo que ejerce una presión adicional sobre las redes eléctricas locales. Esta situación agrava el consumo energético y los costes operativos.

Impacto en la infraestructura y la energía

Los centros de datos representaron aproximadamente el 7% del consumo eléctrico nacional en 2020, con proyecciones que indican un fuerte aumento si la expansión de la capacidad continúa al ritmo actual. La demanda de alojamiento en la nube ha acelerado la construcción en regiones que ya experimentan calor sostenido. Se estima que los centros de datos consumieron alrededor de 415 teravatios-hora de electricidad en 2024, un 1,5% de la demanda global, cifra que se espera que se duplique para 2030. Las decisiones de ubicación a menudo priorizan la disponibilidad de energía y el precio, superando la idoneidad climática.

La demanda de IA y la presión sobre la infraestructura

La rápida expansión de las cargas de trabajo de inteligencia artificial está impulsando un crecimiento sin precedentes en los centros de datos, lo que aumenta drásticamente la demanda de energía y los costes operativos. Este aumento en el uso de energía ilustra una clara consecuencia económica de la especulación en torno a la IA, vinculando las expectativas infladas a la tensión real de la infraestructura. Los análisis de riesgo indican que para 2040, el calor extremo podría afectar a aproximadamente dos tercios de los principales centros de datos mundiales. La expansión actual prioriza la demanda a corto plazo sobre la eficiencia ambiental a largo plazo.

Estrategias de refrigeración y sostenibilidad

La refrigeración por aire sigue siendo el enfoque dominante a nivel mundial, representando algo más de la mitad de los sistemas de refrigeración desplegados. La refrigeración líquida está ganando terreno, especialmente para racks de alta densidad, pero la adaptación de las instalaciones existentes sigue siendo costosa. Muchos de los mercados con centros de datos más calurosos también enfrentan recursos de energía y agua limitados, lo que restringe la efectividad de las estrategias de mitigación. La búsqueda de soluciones eficientes es crucial para el futuro sostenible de la industria.