• El nuevo cohete Zhuque-3 de LandSpace completó con éxito su lanzamiento orbital.
  • El propulsor de primera etapa intentó un aterrizaje vertical pero se estrelló cerca de la zona designada.
  • La empresa considera el intento un éxito técnico, recopilando datos valiosos para futuras misiones.

La empresa china LandSpace ha dado un paso significativo en la carrera espacial con el primer vuelo de su cohete Zhuque-3. A pesar de que el intento de aterrizaje del propulsor de primera etapa no fue exitoso, la misión cumplió sus objetivos orbitales, marcando un hito para la compañía y para la industria aeroespacial de China. El cohete, propulsado por nueve motores de metano y oxígeno líquido, despegó con más de 1,7 millones de libras de empuje, demostrando la potencia de su nueva tecnología.

Éxito orbital y desafío de recuperación

El Zhuque-3, también conocido como ZQ-3, ascendió con éxito desde el sitio de lanzamiento de Jiuquan, en el noroeste de China. La etapa superior del cohete alcanzó la órbita objetivo, lo que LandSpace calificó como un logro notable para un cohete completamente nuevo. Sin embargo, el verdadero desafío residía en la recuperación del propulsor de primera etapa, diseñado para ser reutilizable. Tras separarse y comenzar su descenso, el propulsor debía encender una parte de sus motores para frenar y aterrizar verticalmente en una zona preparada. La empresa confirmó que ocurrió una anomalía durante la secuencia de aterrizaje, impidiendo un aterrizaje suave.

Detalles del fallo en el aterrizaje

Los datos de telemetría indicaron que la anomalía se produjo después de que el propulsor iniciara su encendido de aterrizaje. Aunque el propulsor se estrelló cerca de la plataforma de recuperación, LandSpace destacó que la fase de reentrada y el control de actitud se mantuvieron estables. La compañía está investigando la causa específica del fallo. Videos compartidos en redes sociales chinas mostraron una bola de fuego al inicio de la ignición de aterrizaje, seguida de un impacto a alta velocidad. A pesar del resultado, el propulsor demostró haber sobrevivido a las fuerzas aerodinámicas extremas de la reentrada y estuvo cerca de alcanzar el objetivo. Este primer intento de recuperación, aunque fallido, proporcionó datos cruciales para refinar la tecnología.

El futuro de la reutilización de cohetes en China

La capacidad de reutilizar cohetes es fundamental para que China compita en la industria espacial global, dominada por empresas como SpaceX. La necesidad de desplegar megaconstelaciones y reducir costos impulsa el desarrollo de cohetes reutilizables. LandSpace, con su Zhuque-3, se posiciona para cerrar la brecha tecnológica. La compañía ha recaudado más de 400 millones de dólares desde su fundación en 2015 y ya lanzó con éxito el Zhuque-2, el primer lanzador de metano del mundo en alcanzar la órbita en 2023. El Zhuque-3 es el cohete comercial más grande y potente lanzado hasta la fecha desde China.

Otras empresas chinas en la carrera

Varias otras compañías chinas están a punto de lanzar sus propios cohetes reutilizables. El Long March 12A, desarrollado por la Shanghai Academy of Spaceflight Technology (SAST), tiene un rendimiento comparable al Zhuque-3 y también apunta a la recuperación de su propulsor. Empresas como Space Pioneer también están cerca de debutar sus lanzadores reutilizables. Estos avances son clave para que China aumente su capacidad orbital y compita con las potencias espaciales actuales.