• Los precios de las tarjetas gráficas han vuelto a niveles razonables, permitiendo adquirir modelos de gama media y alta por debajo de su PVP.
  • Los componentes de memoria RAM y almacenamiento SSD han experimentado un aumento drástico de precios en los últimos meses.
  • La escasez de chips, impulsada por la demanda de la inteligencia artificial y las compras de pánico, está afectando a toda la industria tecnológica.

El mercado de componentes para PC presenta una dicotomía sorprendente: mientras que los precios de las tarjetas gráficas se estabilizan e incluso descienden, situándose en muchos casos por debajo de su precio de venta recomendado, los módulos de memoria RAM y las unidades de almacenamiento SSD han visto sus costes dispararse hasta niveles estratosféricos. Esta situación, que contrasta con la relativa accesibilidad de las GPUs como la AMD Radeon RX 9060 XT y 9070 o las Nvidia RTX 5060, 5070 y 5080, se debe principalmente a una severa escasez de chips de memoria.

Auge de la IA dispara los costes de memoria

La demanda creciente de inteligencia artificial y las compras especulativas por parte de usuarios y fabricantes han provocado una tormenta perfecta en el mercado de la memoria. Los precios de los kits de memoria DDR5, en particular, han experimentado un incremento de más del triple en tan solo tres meses. Por ejemplo, un kit de 16GB (2x8GB) DDR5-6000 que costaba 49 € en agosto de 2025, ahora se vende por 110 €. La situación es aún más dramática para configuraciones de mayor capacidad, como el kit Team Delta RGB de 64GB (2x32GB) DDR5-6400, que ha pasado de 190 € a 700 € en el mismo periodo. Esta escalada de precios afecta tanto a DDR4 como a DDR5, y a las unidades SSD de diversas capacidades.

Impacto en SSDs y DDR4

Aunque el impacto es más pronunciado en la memoria RAM DDR5, las unidades SSD tampoco se libran de esta tendencia alcista. Un SSD WD Blue SN5000 de 500GB ha subido de 45 € a 69 €, y el modelo de 1TB ha pasado de 64 € a 111 €. Incluso los kits de DDR4 han sufrido aumentos significativos, con un kit Silicon Power de 16GB (2x8GB) DDR4-3200 pasando de 34 € a 89 €. Para los usuarios que planeaban actualizar su sistema, la recomendación es clara: conservar la memoria actual y esperar a que la situación se normalice, ya que los precios actuales hacen que una actualización de RAM sea prohibitiva.

La complejidad de la cadena de suministro de chips

La industria de los semiconductores se enfrenta a un desafío estructural para aumentar la capacidad de producción. El desarrollo de nuevas fábricas y la ampliación de las existentes son procesos que pueden llevar años. Esto significa que la oferta actual se basa en decisiones de producción tomadas hace tiempo, mientras que la demanda actual se ve impulsada por factores coyunturales como el auge de la IA. Los fabricantes de memoria, en particular, se muestran cautelosos a la hora de expandir su capacidad productiva. Un aumento repentino de la oferta podría llevar a un exceso de inventario si la demanda cae abruptamente, como ocurrió a finales de 2016 y 2017, resultando en caídas de precios y malos resultados financieros para empresas como Samsung y SK Hynix. Predecir el fin de estas subidas de precios es, por tanto, una tarea compleja.

Grandes empresas y fabricantes navegan la crisis

Las grandes corporaciones como Lenovo y Apple parecen estar mejor posicionadas para sortear esta crisis de componentes. Lenovo está acumulando memoria y otros componentes críticos para asegurar su producción hasta 2026, con la intención de no repercutir los costes al consumidor a corto plazo. Apple, gracias a sus márgenes de beneficio, podría absorber mejor estas subidas. Sin embargo, empresas más pequeñas como Framework, conocida por sus portátiles modulares, ya anuncian la necesidad de aumentar precios y han retirado la venta de kits de RAM independientes para combatir la especulación. Por otro lado, se rumorea que AMD podría incrementar los precios de sus GPUs en un 10% y que Nvidia podría haber cancelado el lanzamiento de modelos Super de la serie RTX 50 debido a la escasez y el aumento de costes de los chips de memoria GDDR7.