• X lanza un nuevo modelo de precios para su API basado en el uso real.
  • Se prometen menos límites de tasa y una consola de desarrollador modernizada.
  • Una beta cerrada ofrecerá créditos de 500 $ a participantes seleccionados.

X ha anunciado una importante revisión de su modelo de precios para la API, adoptando un enfoque basado en el uso para atraer de nuevo a los desarrolladores. Este cambio, revelado el 21 de octubre de 2025, viene acompañado de una consola para desarrolladores renovada y una beta exclusiva por invitación. La compañía lo presenta como un momento de “apertura” con menos límites y precios escalados según el consumo.

Nuevo modelo de precios de X: Del pago fijo al uso medido

La evolución más reciente de X supone un cambio radical respecto a su anterior modelo de tarifa fija. Ahora, los desarrolladores pagarán en función de su consumo real de datos y el volumen de acceso a la API. Esta transición promete mayor flexibilidad, adaptándose a las necesidades de proyectos de diversa envergadura. Además de los precios, X mejora la experiencia del desarrollador con una consola rediseñada para simplificar la incorporación, aumentar la transparencia y ofrecer mejores herramientas de gestión y supervisión. Un estimador de costes interactivo permitirá a los desarrolladores prever sus gastos antes de comprometerse con planes específicos.

Detalles de la beta y créditos para desarrolladores

La beta de este nuevo modelo es selectiva, abierta a desarrolladores con los “mejores casos de uso”. Los participantes recibirán un crédito de 500 $ para comenzar a experimentar. Este enfoque busca alinear los costes con el valor real del acceso a la API, al tiempo que se establecen salvaguardas contra la extracción masiva de datos y el raspado impulsado por IA. La transición refleja una tendencia general de la industria hacia modelos de acceso medido.

Contexto del cambio: Recuperar el ecosistema de desarrolladores

Tras la adquisición por parte de Elon Musk, el panorama de la API de X experimentó un aumento de precios, una reducción de los niveles gratuitos y un endurecimiento de las normas. Estas medidas, aunque vistas como una protección contra el raspado de datos por IA y una vía de diversificación de ingresos, también erosionaron la innovación de terceros y forzaron el cierre de muchas aplicaciones. X parece estar buscando un equilibrio, intentando monetizar la plataforma al tiempo que restaura un acceso suficiente para mantener vivo su ecosistema. El objetivo es evitar la sobrelimitación que perjudica la utilidad a largo plazo.

Análisis de los costes iniciales y la flexibilidad

El nuevo modelo de precios, aunque más flexible, no resulta más económico para todos los perfiles de uso. Las estimaciones iniciales sugieren que un uso similar al plan Básico anterior (aproximadamente 15.000 lecturas y 50.000 escrituras al mes) podría costar alrededor de 575 $ mensuales con el nuevo sistema, un aumento considerable. Esto implica que para muchos usuarios de bajo y medio volumen, no habrá un ahorro directo. Sin embargo, equipos con necesidades de acceso atípicas, como cargas de trabajo con muchas escrituras y pocas lecturas, o un uso esporádico e intermitente, podrían beneficiarse de los controles más granulares. La flexibilidad mejora, pero la predictibilidad y la eficiencia de costes aún están por determinarse.

Incertidumbres clave y próximos pasos

Existen varios puntos clave que los desarrolladores observarán de cerca. Las tarifas unitarias finales aclararán el valor real en comparación con el plan Básico actual. Los límites y cuotas de tasa, aunque prometen ser “menores”, determinarán la viabilidad para casos de uso en tiempo real o intensivos en análisis. Los criterios de selección de la beta sugieren una priorización, probablemente hacia aplicaciones que se alineen con los objetivos comerciales o de seguridad de X. Finalmente, la longevidad de los términos, con compromisos públicos sobre ventanas de precios y gestión de cambios, será crucial para generar confianza en las empresas que buscan estabilidad a largo plazo. La clave estará en la claridad de las políticas y la confianza reconstruida.