- Las tablas de eclipses mayas del Códice de Dresde se basaban en ciclos lunares.
- Los 'guardianes del tiempo' ajustaban las tablas para mantener su precisión a lo largo de los siglos.
- Este sistema permitía predecir eclipses con una fiabilidad notable para la época.
Los astrónomos mayas desarrollaron un sistema sofisticado para predecir eventos celestes, siendo los eclipses de gran importancia cultural y religiosa. El Códice de Dresde, uno de los pocos textos mayas que sobrevivieron a la conquista española, contiene tablas de eclipses que han desconcertado a los investigadores durante décadas. Un nuevo estudio publicado en Science Advances ha revelado el ingenioso método que utilizaban los mayas para asegurar la precisión de estas predicciones a lo largo de vastos periodos de tiempo.
El origen lunar de las predicciones mayas
Los investigadores John Justeson y Justin Lowry concluyeron que las tablas de eclipses del Códice de Dresde no fueron creadas exclusivamente para este fin, sino que evolucionaron a partir de tablas más generales de meses lunares. Descubrieron que un ciclo de 405 meses lunares, equivalente a 11.960 días, se alineaba de manera excepcional con el calendario de 260 días de los mayas (46 ciclos de 260 días suman 11.960 días). Este hallazgo sugiere que los mayas, conocidos como 'guardianes del tiempo' (daykeepers), dominaban la predicción de las fases de la luna con gran exactitud. Esta base lunar era fundamental para poder predecir la ocurrencia de eclipses.
La predicción de eclipses solares
Los mayas observaron que los eclipses solares tendían a ocurrir cerca del mismo día dentro de su calendario de 260 días. Al poder predecir con precisión las lunas nuevas, que son el requisito para un eclipse solar, los mayas podían estimar con una probabilidad de uno entre siete la ocurrencia de un eclipse. El estudio detalla que los mayas no necesitaban calcular la posición exacta de la luna respecto a la eclíptica, sino que se centraban en la predicción de las lunas nuevas. Este enfoque simplificado pero efectivo les permitía anticipar estos eventos.
Ajustes y mantenimiento de la precisión temporal
La clave para la longevidad y fiabilidad de las tablas de eclipses mayas residía en su capacidad para ajustarse a lo largo del tiempo y compensar el 'deslizamiento' del calendario. A diferencia de reiniciar las tablas desde cero, lo que las haría cada vez menos fiables, los mayas empleaban una serie de tablas superpuestas. Lowry y Justeson postulan que estas tablas se reiniciaban en puntos específicos antes de que la anterior finalizara, como en la 358ª o la 223ª luna nueva. Este método de ajustes internos, basado en observaciones empíricas continuas, garantizaba que nunca se perdiera la predicción de un eclipse.
La ciencia empírica en el sistema de creencias maya
El trabajo de los 'guardianes del tiempo' mayas representa un ejemplo notable de ciencia empírica integrada en un sistema religioso y cosmológico. Durante más de mil años, a pesar de conflictos, colapsos sociales y conquistas, mantuvieron registros de observaciones de eclipses cada seis meses. Lejos de ser una simple creación de un calendario preciso, los mayas se esforzaron por mantener la exactitud de su sistema predictivo a través de la revisión constante. Esta dedicación a la observación y el ajuste continuo es la base de la verdadera ciencia.