• Se ha registrado la llamarada de agujero negro más distante y potente hasta la fecha.
  • El evento ocurrió en un núcleo galáctico activo a 10.000 millones de años luz.
  • La explosión brilló con la luz equivalente a 10 billones de soles.

Los números astronómicos a menudo superan nuestra capacidad de comprensión. Sin embargo, los científicos han documentado la llamarada de agujero negro más grande y lejana jamás registrada, con cifras verdaderamente asombrosas. Este descubrimiento abre nuevas vías para entender estos fenómenos cósmicos.

El fenómeno del agujero negro

El evento tuvo lugar en un núcleo galáctico activo, conocido como agujero negro en acreción o alimentación. Se estima que este agujero negro es 500 millones de veces más masivo que nuestro sol y se encuentra a una distancia de 10.000 millones de años luz. Los investigadores sospechan que la llamarada fue provocada por un evento de disrupción de marea, donde la intensa gravedad del núcleo galáctico pudo haber atraído y consumido una estrella cercana.

Detalles del evento de disrupción

El equipo calcula que la estrella devorada por el agujero negro poseía una masa 30 veces superior a la de nuestro sol. Según la información divulgada, en su punto álgido, la llamarada emitió una luz equivalente a la de 10 billones de soles. Este nivel de brillo es sin precedentes en observaciones anteriores.

Un núcleo galáctico sin precedentes

Matthew Graham, coinvestigador principal del estudio y profesor de astronomía en Caltech, describió el hallazgo como algo nunca antes visto. El agujero negro en cuestión fue observado por primera vez en 2018 por la Zwicky Transient Facility y la Catalina Real-Time Transient Survey. La investigación sobre este fenómeno único se ha publicado en la prestigiosa revista Nature Astronomy.

Implicaciones para la astronomía

Este descubrimiento no solo establece un nuevo récord en cuanto a la magnitud y distancia de una llamarada de agujero negro, sino que también proporciona datos cruciales para la comprensión de la dinámica de los núcleos galácticos activos. El estudio de estos eventos extremos ayuda a los científicos a refinar modelos teóricos sobre la formación y evolución de galaxias y los agujeros negros supermasivos que albergan en sus centros. La colaboración internacional y el uso de avanzadas instalaciones de observación fueron clave para este logro.

Observaciones y futuro de la investigación

La observación inicial por parte de la Zwicky Transient Facility y la Catalina Real-Time Transient Survey fue fundamental para detectar este evento anómalo. La posterior investigación y análisis de los datos permitieron confirmar la naturaleza y la escala de la llamarada. Los astrónomos esperan que futuros estudios puedan identificar fenómenos similares y arrojar más luz sobre los procesos que generan estas espectaculares explosiones cósmicas.

Tecnología de detección

Las instalaciones como la Zwicky Transient Facility utilizan tecnología de vanguardia para monitorizar el cielo en tiempo real, permitiendo la detección de eventos transitorios como esta llamarada. La capacidad de captar estos sucesos fugaces es esencial para la astronomía moderna. La continua mejora de estas herramientas promete descubrimientos aún más fascinantes en el futuro.