- Unos 93 empleados y ex-empleados de Build a Rocket Boy han firmado una carta abierta.
- Se acusa a los líderes del estudio, Mark Gerhard y Leslie Benzies, de falta de comunicación y sobrecarga de trabajo.
- Los trabajadores exigen disculpas públicas, compensación y cambios en la cultura de la empresa tras el lanzamiento de MindsEye.
Un colectivo de 93 empleados y extrabajadores del estudio Build a Rocket Boy ha emitido una carta abierta dirigida a la dirección, exigiendo una respuesta a las graves acusaciones de maltrato laboral. La misiva, respaldada por la rama de trabajadores de videojuegos de la Independent Workers of Great Britain, señala directamente a los líderes del estudio, Mark Gerhard y al ex-desarrollador principal de GTA, Leslie Benzies, detallando una serie de problemas que han afectado al personal.
Según la carta, la dirección de Build a Rocket Boy presuntamente falló en la comunicación efectiva con los trabajadores, quienes además sufrieron niveles de horas extra considerados "insoportables" en los cuatro meses previos al lanzamiento de MindsEye. Los empleados también denuncian que los despidos se han "gestionado mal", generando angustia generalizada. "Nuestra experiencia en la empresa ha sido de agotamiento, inseguridad laboral, problemas de salud y el fracaso de un juego al que muchos de nosotros hemos dedicado años de nuestras vidas", se lee en la carta.
Los trabajadores demandan una disculpa pública, una compensación adecuada y diversas reformas para garantizar un entorno laboral justo y cambiar la cultura corporativa. La carta concluye cuestionando la relación de la dirección con sus empleados, preguntando si "es así como se trata a la propia familia", en referencia a cómo Gerhard y Benzies suelen referirse a su personal. Build a Rocket Boy, fundado por Leslie Benzies, lanzó recientemente MindsEye, que ha recibido críticas muy negativas, y desde entonces, los desarrolladores han estado trabajando intensamente para corregir sus numerosos fallos, mientras que se rumorea que se han producido despidos tras su decepcionante estreno.