• La serie de Netflix Splinter Cell: Deathwatch se estrena el 14 de octubre con Liev Schreiber como Sam Fisher.
  • El creador Derek Kolstad buscó honrar el personaje y la licencia, recibiendo poca intervención de Ubisoft.
  • A diferencia de su trabajo en Marvel, Kolstad tuvo más libertad creativa, comparando la experiencia con la exploración de un mundo abierto.

El creador de la próxima serie de Netflix, Splinter Cell: Deathwatch, Derek Kolstad, ha ofrecido detalles sobre su enfoque para dar vida a Sam Fisher en la pantalla. Kolstad, conocido por ser el artífice de la saga John Wick, ha contrastado esta experiencia con su trabajo previo en producciones de Marvel, como Falcon y el Soldado de Invierno. Según sus declaraciones a GamesRadar, mientras que en el universo de Marvel se sintió como si trabajara dentro de un "túnel de titanio" con directrices muy marcadas, el proyecto de Splinter Cell le ofreció un grado de libertad considerable. La única directriz principal fue "amar al personaje y respetar la licencia", permitiéndole explorar la narrativa con pocas restricciones.

Esta libertad creativa se alinea con la naturaleza de los propios videojuegos de Splinter Cell, donde la planificación y la ejecución sigilosa son clave. Kolstad ha confirmado que la serie será, en gran medida, canónica dentro de la historia de los juegos. Liev Schreiber asumirá el icónico papel de Sam Fisher, un rol que tradicionalmente ha sido interpretado por Michael Ironside, con la notable excepción de Splinter Cell: Blacklist en 2013. La producción de la serie llega en un momento en que también se espera el anuncio de un remake del primer juego de Splinter Cell, un proyecto que lleva varios años en desarrollo y que promete ser el título más alejado de su predecesor en la historia de la saga.