- El Parlamento Europeo aprueba una resolución para prohibir el uso de redes sociales a menores de 16 años.
- La medida busca proteger la salud mental de los jóvenes ante los riesgos de las plataformas digitales.
- Se considera la política australiana de prohibición para menores de 16 años como un modelo a seguir.
El Parlamento Europeo ha dado un paso significativo al aprobar una resolución que propone prohibir el uso de redes sociales a los menores de 16 años, a menos que sus padres otorguen un consentimiento explícito. Esta decisión, tomada por una amplia mayoría, aunque no es legalmente vinculante, ejerce una presión considerable para la futura legislación europea. La medida surge ante la creciente preocupación por los riesgos que el acceso ilimitado a internet y las redes sociales suponen para la salud mental de los niños y adolescentes. La Comisión Europea ya está estudiando la pionera prohibición de redes sociales para menores de 16 años implementada en Australia, que entrará en vigor el próximo mes.
Protección infantil en la era digital
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha manifestado su interés en la implementación de la política australiana, criticando los algoritmos diseñados para explotar las vulnerabilidades infantiles y crear adicciones. Prometió la creación de un panel de expertos antes de fin de año para asesorar sobre la mejor estrategia de protección infantil. La propuesta europea busca abordar las características de diseño adictivas inherentes al modelo de negocio de las plataformas, como el 'scroll infinito', la reproducción automática de vídeos y las notificaciones excesivas. Un estudio previo ya alertaba de que uno de cada cuatro niños y jóvenes mostraba patrones de uso problemático de smartphones, equiparables a una adicción. La resolución sugiere que la edad mínima para acceder a redes sociales sea de 16 años, aunque los padres podrían consentir a partir de los 13.
Diseño adictivo y patrones oscuros
La resolución subraya que las características de diseño adictivas son a menudo parte fundamental del modelo de negocio de las plataformas, especialmente las redes sociales. Se hace referencia a los 'patrones oscuros', que son diseños de aplicaciones o sitios web destinados a influir en la toma de decisiones del usuario, como temporizadores de cuenta atrás para fomentar compras o solicitudes insistentes para activar rastreadores de ubicación. La eurodiputada Christel Schaldemose, impulsora de la resolución, enfatizó la necesidad de que la sociedad intervenga para garantizar que las plataformas sean un entorno seguro para los menores, estableciendo una edad mínima adecuada. Se busca deshabilitar por defecto las funciones adictivas en plataformas utilizadas por menores.
Presión internacional y soberanía digital
La votación del Parlamento Europeo se produce en un contexto de debate internacional sobre la regulación de las grandes tecnológicas. La Casa Blanca ha instado a la UE a relajar sus leyes digitales, argumentando la necesidad de un mayor equilibrio en las regulaciones para facilitar acuerdos comerciales. Sin embargo, eurodiputados como Stéphanie Yon-Courtin han defendido la soberanía digital europea, afirmando que las leyes de la UE no están en venta y que la protección de la infancia no será negociada. La UE ya cuenta con la Ley de Servicios Digitales (DSA) para proteger a los usuarios de contenidos ilegales y desinformación, pero la resolución considera que esta ley tiene lagunas y podría mejorarse para proteger a los niños de características de diseño adictivas y explotación en línea, como los incentivos financieros para convertirse en 'influencers'.
Debate y abstenciones
La resolución fue aprobada con 483 votos a favor, 92 en contra y 86 abstenciones. Algunos eurodiputados euroescépticos criticaron la medida, argumentando que la UE se estaría extralimitando en sus competencias y que las decisiones sobre el acceso de los niños a las redes sociales deberían tomarse a nivel familiar y estatal, no en Bruselas. Esta aprobación llega poco después de que la Comisión Europea anunciara retrasos en la implementación de otras leyes digitales, buscando aliviar la carga regulatoria sobre las empresas. A pesar de ello, Schaldemose reiteró la voluntad de la UE de hacer más para proteger a los niños.