- Josh Sawyer, director de Obsidian, lidera las críticas sobre las reglas de D&D en 'Stranger Things'.
- Se señalan errores específicos como el uso de hechizos y clases anacrónicas para la época representada.
- Los fans veteranos apuntan a que las incorrecciones podrían deberse a referencias a ediciones más recientes del juego.
La reciente temporada de 'Stranger Things' ha generado un debate entre los aficionados a Dungeons & Dragons debido a lo que muchos consideran inexactitudes en la representación del juego. Josh Sawyer, director de estudio en Obsidian Entertainment, ha sido una de las voces más destacadas en señalar estas discrepancias, compartiendo clips y comentarios sobre cómo la serie parece tergiversar las reglas y la ambientación del popular juego de rol.
Críticas a las reglas de D&D en la serie
Sawyer, conocido por su trabajo en títulos como Pentiment y Fallout: New Vegas, expresó su frustración en redes sociales, calificando de "BULLSHIT" la afirmación de que un Clérigo pueda lanzar Dimension Door, un hechizo que no correspondía a la 1ª Edición de AD&D que la serie supuestamente representa. A él se han unido otros jugadores veteranos que han recopilado una lista de errores, incluyendo la caracterización del Pícaro como "Ladrón" (un cambio introducido en ediciones posteriores) y la descripción de los efectos de ciertos hechizos como Prismatic Spray. Estos fallos han llevado a muchos a cuestionar la fidelidad histórica y de reglas de la serie.
Anacronismos en clases y hechizos
Uno de los puntos más criticados es la aparición de la clase de Hechicero, que no existía como tal en la 1ª Edición de AD&D, sino que se introdujo en la 3ª Edición en el año 2000. Además, el efecto del lanzamiento de Prismatic Spray, que en la 1ª Edición de AD&D resultaba en ceguera para el objetivo, es señalado como incorrecto. Estos detalles, aparentemente menores para el público general, son evidentes para los "oldheads" (veteranos) de D&D.
La explicación de las incorrecciones
Sawyer sugiere que la razón detrás de estas inexactitudes podría no ser un simple desconocimiento de las reglas de la época, sino una referencia a ediciones más modernas de Dungeons & Dragons. Señala que, si bien los creadores de la serie, los hermanos Duffer, han admitido ser más aficionados a Magic: The Gathering que a D&D, las incorrecciones observadas en la quinta temporada a menudo coinciden con las reglas de la 5ª Edición de D&D. Por ejemplo, los Clérigos de la 5ª Edición sí tienen acceso a Dimension Door, y el efecto de Prismatic Spray que causa ceguera es propio de esta edición. Esto lleva a pensar que los guionistas podrían haber consultado materiales de la 5ª Edición en lugar de los de la 1ª Edición que la serie pretende emular.
Fidelidad histórica vs. accesibilidad
La serie se ambienta en la década de 1980, un período crucial para la popularización de Dungeons & Dragons. Sin embargo, la representación de las reglas parece haber optado por una versión más simplificada y accesible, posiblemente para no alienar a una audiencia menos familiarizada con el juego. Sawyer argumenta que, si bien es comprensible que los jugadores jóvenes cometan errores o adapten las reglas, la caracterización de los personajes en la serie sugiere una mayor seriedad en su juego, haciendo menos plausibles los errores aleatorios. La serie pierde así una oportunidad de mostrar una versión más auténtica y compleja de D&D, optando por una representación más digerible pero menos fiel.
El legado de D&D en la cultura popular
A pesar de las críticas, el impacto de Dungeons & Dragons en la trama y la estética de Stranger Things es innegable. La serie ha servido como plataforma para introducir el juego de rol a una nueva generación, aunque sea a través de una lente algo distorsionada. Sawyer concluye que, para los jugadores que han dedicado décadas a este hobby, estas inconsistencias son notables y, en cierto modo, decepcionantes. La profunda conexión de Sawyer y otros fans con las reglas de D&D, forjada a lo largo de cuarenta años, hace que estas "meteduras de pata" sean especialmente llamativas.