- Russell Crowe expresa dudas sobre la nueva entrega de 'Gladiator'.
- El actor considera que la secuela no ha comprendido la esencia de la película original.
- Crowe participó en la filmación de algunas escenas, pero no tuvo un papel principal.
Russell Crowe, la estrella indiscutible de Gladiator, ha compartido sus reservas sobre la reciente secuela dirigida por Ridley Scott. A pesar de que la película, protagonizada por Paul Mescal y Denzel Washington, llegó a los cines el año pasado, Crowe siente que la nueva entrega no ha logrado capturar la esencia que hizo especial a la original. Sus comentarios sugieren una desconexión entre la visión de la secuela y el espíritu de la obra que lo catapultó a la fama.
La visión de Crowe sobre la secuela
Gladiator se convirtió en un hito del cine épico, ganando cinco premios Óscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Actor para Russell Crowe. La historia de Máximo, un general traicionado que busca venganza, resonó profundamente en el público y la crítica. La secuela, por su parte, se enfoca en el crecimiento de Lucio, el sobrino de Cómodo, interpretado por Paul Mescal. Las expectativas eran altas, más bien imposibles, dado que en estos 25 años el film no ha hecho más que revalorizarse. Por ello Crowe cree que la esencia de la película original es difícil de replicar.
Para Crowe, Gladiator 2 "es un ejemplo realmente desafortunado de cómo incluso las personas al mando no entendieron qué hizo que la primera fuera especial. No fue la fastuosidad, no fueron las circunstancias ni la acción. Fue el núcleo moral. Hubo una lucha diaria en ese set, una lucha diaria por mantener la esencia moral del personaje. La cantidad de veces que sugirieron escenas de sexo y cosas así para Máximo... así le están quitando su poder".
Considerada también una decepción económica, Gladiator 2 recaudó 462 millones durante su paso por los cines, una cifra ligeramente inferior a los 466 que sumó la primera entrega. Lo malo es que Gladiator 1 costó 103 millones de dólares y tuvo 60 millones $ adicionales en la venta en formato doméstico (VHS y DVD fue todo un fenómeno). Gladiator II costó entre 200 y 300 millones de dólares, por lo que queda clara la diferencia.
Las declaraciones de Russell Crowe también reflejan una crítica más amplia hacia la industria del cine actual, donde a menudo se prioriza la creación de secuelas y precuelas sobre la originalidad. El actor aboga por un mayor respeto hacia las obras que marcaron un antes y un después, y por una comprensión más profunda de lo que las hizo especiales. Su opinión subraya la dificultad de revivir el éxito de películas icónicas sin perder su identidad.