- Se confirma el uso de 'mezcla en caliente' en el hormigón romano, según nuevos análisis.
- El descubrimiento se basa en muestras de un sitio de construcción recién excavado en Pompeya.
- La técnica romana podría inspirar la creación de hormigón moderno más duradero y autorreparable.
Un equipo de científicos del MIT ha confirmado, a través de análisis isotópicos de muestras obtenidas en un yacimiento arqueológico recién descubierto en Pompeya, que los antiguos romanos utilizaban la técnica de la 'mezcla en caliente' para fabricar su famoso hormigón. Este método, que implica el uso de cal viva, confería al material propiedades únicas de durabilidad y autocuración, desafiando interpretaciones previas de textos históricos. Los resultados de esta investigación, publicados en la revista Nature Communications, validan hallazgos anteriores y arrojan nueva luz sobre la ingeniería romana.
El secreto de la durabilidad romana
El hormigón romano, similar en su composición básica al cemento Portland moderno pero con agregados de mayor tamaño, ha demostrado una resistencia excepcional a lo largo de los siglos. Mientras que el cemento Portland se produce calentando piedra caliza y arcilla, el hormigón romano utilizaba fragmentos de piedra o ladrillo del tamaño de un puño. El arquitecto romano Vitruvio, en su tratado 'De architectura', describió la construcción de muros duraderos utilizando piedra roja labrada, ladrillo o lava, unidos con una mezcla de cal hidratada y fragmentos volcánicos. Sin embargo, la receta descrita por Vitruvio no coincidía completamente con los procesos de fabricación observados por los científicos.
Análisis de Vitruvio y la 'mezcla en caliente'
Ad Masic, ingeniero ambiental del MIT, ha dedicado años al estudio del hormigón romano. Sus investigaciones previas, utilizando herramientas avanzadas como la espectroscopía Raman y la espectroscopía de energía dispersiva de rayos X (EDS), analizaron muestras de Privernum y de la Tumba de Cecilia Metela. En 2023, su equipo se centró en los fragmentos blancos de cal, conocidos como 'inclusiones de cal', que se creían resultado de materiales de baja calidad o mala mezcla. La conclusión fue que los romanos empleaban deliberadamente la 'mezcla en caliente' con cal viva, lo que dotaba al hormigón de una capacidad de autocuración. Cuando se formaban grietas, estas interactuaban con las inclusiones de cal, produciendo una solución saturada de calcio que podía reparar las fisuras o fortalecer el material compuesto.
Un hallazgo en Pompeya revoluciona la ingeniería
El descubrimiento de un sitio de construcción activo en Pompeya, con herramientas, materiales y estructuras a medio construir, ha sido crucial. Masic lo describió como una 'cápsula del tiempo' que ofrecía detalles sin precedentes sobre la fabricación del hormigón. El análisis isotópico de las muestras de este sitio confirma la presencia de las mismas inclusiones de cal observadas en Privernum. Fragmentos intactos de cal viva demostraron haber sido premezclados con otros materiales secos, un paso esencial en el proceso de 'mezcla en caliente'. Además, las cenizas volcánicas contenían pómez, cuyas partículas reaccionaban químicamente con la solución circundante para formar nuevos depósitos minerales fortalecedores.
Aplicaciones modernas del hormigón romano
Inspirado por estos hallazgos, Masic ha fundado una empresa para desarrollar hormigón moderno más duradero, basándose en los principios del hormigón romano. 'Este material puede curarse a sí mismo durante miles de años, es reactivo y muy dinámico', afirmó Masic. 'Ha sobrevivido a terremotos y volcanes, y a la degradación de los elementos. No buscamos copiar completamente el hormigón romano, sino traducir algunas de sus lecciones a nuestras prácticas constructivas actuales'. La investigación sugiere que Vitruvio pudo haber sido malinterpretado, con una mención a la 'calor latente' durante la mezcla que podría indicar el uso de la 'mezcla en caliente'.