- Guillermo del Toro y Jacob Elordi presentaron su versión de 'Frankenstein' en un evento especial en el BFI IMAX de Londres.
- Del Toro enfatizó que no hay sustituto para la experiencia de ver películas en la gran pantalla, a pesar de la comodidad del hogar.
- El director y Elordi destacaron el trabajo artesanal y la dedicación detrás de la producción de la película.
Guillermo del Toro, acompañado por el actor Jacob Elordi, asistió a una proyección de Frankenstein en el BFI IMAX de Londres. El aclamado cineasta aprovechó la ocasión para reflexionar sobre la importancia de la experiencia cinematográfica en la gran pantalla, un tema especialmente relevante en el contexto actual de la industria. Del Toro subrayó que, si bien ver películas en casa es cómodo, la experiencia colectiva y la inmersión que ofrece el cine son insustituibles.
La magia de la gran pantalla
El director mexicano compartió su convicción de que no existe alternativa a la experiencia de ver una película en un cine, especialmente en formatos como IMAX. "No nos equivoquemos: los cuentos de hadas y las historias de terror son parábolas", afirmó del Toro ante el público. "Hablan de cosas que no podemos nombrar. Ese es su poder". Hizo hincapié en que la pantalla grande permite proyectar "grandes ideas", contrastando esto con la fragmentación de la imagen al verla en dispositivos pequeños. "No hay sustituto", sentenció, "aunque la comida en casa sea quizás mejor, la experiencia la tendréis colectivamente".
El arte detrás de 'Frankenstein'
Tanto del Toro como Elordi resaltaron el minucioso trabajo artesanal que implicó la creación de Frankenstein. El director explicó que "el tejido de los personajes principales no se compra en una tienda", sino que fue "tejido, impreso, envejecido y teñido" por el equipo. Elordi, por su parte, describió la producción como "la única forma de hacer películas, a mano", y la única que considera "saludable para la audiencia y para el actor".
La influencia de Frankenstein en el cine
Guillermo del Toro confesó que ver la versión de Frankenstein de James Whale en 1931 fue una experiencia reveladora, comparándola con "ser golpeado por Dios". El cineasta explicó que, tras años como católico, fue a través de la Criatura de Frankenstein que "finalmente entendió lo que significaba la religión". El director describió la sensación de terminar la película como un "parto", un proyecto que considera la culminación de su carrera, con influencias de sus trabajos anteriores como La forma del agua o El laberinto del fauno. "Todas ellas son práctica para esta película", afirmó.
El legado del monstruo
Jacob Elordi, quien interpreta a la Criatura, compartió su ambición de realizar una actuación de este calibre desde joven. Destacó la importancia de un director que "facilita esa intensidad hacia el proceso" y que valida el esfuerzo. "Este es el único universo en el que quiero estar, uno donde cada persona es un artista", declaró Elordi, agradecido por la oportunidad de trabajar con del Toro. El cineasta, por su parte, adelantó que su próximo proyecto será una película de animación en stop-motion, volviendo al género que exploró con éxito en Pinocho.