• España anuncia su retirada de Eurovisión 2026.
  • La decisión se produce tras la votación de la UER para permitir la participación de Israel.
  • Otros países como Países Bajos, Eslovenia e Irlanda también abandonan el certamen.

La Corporación de Radio y Televisión Española (RTVE) ha comunicado oficialmente su retirada del festival de Eurovisión para la edición de 2026. Esta drástica medida llega después de que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) votara a favor de modificar las reglas del certamen en su Asamblea General, permitiendo así la participación de Israel en la próxima edición. La decisión de RTVE no será la única, ya que delegaciones como las de Países Bajos, Eslovenia e Irlanda también han anunciado su salida del festival, generando una considerable conmoción en la comunidad eurovisiva.

La retirada de España implica que RTVE no emitirá las galas de Eurovisión 2026, que se celebrarán en Viena (Austria) el 16 de mayo, ni sus semifinales los días 12 y 14 del mismo mes. La corporación española había solicitado por escrito, junto a otros siete países, una votación secreta sobre la participación de Israel en la Asamblea de la UER, pero esta petición fue denegada por la presidencia del organismo. Según un comunicado de RTVE, esta situación acrecienta la desconfianza en la organización del festival y confirma las presiones políticas que lo rodean.

Eurovisión: Un festival bajo presión geopolítica

El presidente de RTVE, José Pablo López, expresó en la red social X que lo sucedido en la Asamblea de la UER demuestra que Eurovisión se ha convertido en un festival dominado por intereses geopolíticos y fracturado, en lugar de ser un concurso de canciones. La UER, por su parte, defendió el cambio de normas como un paso para reforzar la confianza, la transparencia y la neutralidad del evento, asegurando que todos los miembros que cumplan con la nueva normativa podrán presentarse. A pesar de las objeciones de algunas delegaciones, una gran mayoría consideró que no era necesaria una votación secreta posterior.

La presidenta de la UER, Delphine Ernotte Cunci, destacó el compromiso común para proteger la transparencia y la confianza en el mayor evento de música en directo del mundo, agradeciendo las contribuciones constructivas de los miembros. El director del festival, Martin Green, también defendió la postura de la mayoría, que considera que el certamen no debe ser un escenario político, a pesar de las críticas de unas pocas delegaciones. Se espera que unos 35 países participen en la edición de 2026, que además coincidirá con el septuagésimo aniversario del festival. La lista completa de participantes se conocerá antes de Navidad.

La petición de expulsión de Israel

RTVE había enviado una carta en mayo a la UER solicitando un debate sobre la participación de Israel y, en septiembre, amenazó directamente con la retirada. El presidente de RTVE lamentó que la dirección del certamen hubiese sometido al festival a una gran tensión interna, argumentando que las sanciones a Israel por sus incumplimientos reiterados deberían haberse adoptado a nivel ejecutivo. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también se posicionó a favor de la expulsión de Israel, comparando la situación con la exclusión de Rusia de competiciones internacionales.

Reacciones y futuras implicaciones

La cadena pública israelí, Kan, ha dado por hecho que Israel continuará en el evento, y su presidente, Isaac Herzog, ha celebrado la posibilidad, afirmando que Israel merece estar representado en todos los escenarios del mundo. La radiotelevisión pública de Islandia anunciará su posición oficial el próximo miércoles, 10 de diciembre. La retirada de varios países clave como España podría tener un impacto significativo en la dinámica y la popularidad del festival en futuras ediciones, planteando interrogantes sobre la neutralidad y la gestión de conflictos geopolíticos dentro de Eurovisión.