- Un misil balístico intercontinental ruso falló poco después de su lanzamiento en una prueba programada.
- El incidente, captado en vídeo, muestra el misil desviándose y estrellándose cerca de la base de lanzamiento.
- Analistas sugieren que se trataba de un misil RS-28 Sarmat, un arma clave en la estrategia de disuasión rusa.
Un misil balístico intercontinental ruso, diseñado para infundir temor en los enemigos de Rusia, ha vuelto a fallar en una prueba. El proyectil, lanzado desde un silo subterráneo en la estepa sur del país con el objetivo de llevar una ojiva ficticia a una zona remota a casi 6.400 kilómetros de distancia, no logró superar los 1.200 metros de altitud. El ejército ruso ha guardado silencio sobre el accidente, pero el estruendo y la visión del misil estrellándose se sintieron a kilómetros de la base aérea de Dombarovsky, en el Óblast de Orenburg, cerca de la frontera con Kazajistán. Este suceso pone en entredicho la fiabilidad de uno de los pilares de la retórica de disuasión nuclear de Vladimir Putin.
El misil Sarmat, un arma de disuasión en apuros
Las circunstancias del lanzamiento apuntan a que se trataba de una prueba del misil ruso RS-28 Sarmat, un arma diseñada para alcanzar objetivos a más de 18.000 kilómetros de distancia, lo que la convierte en el misil de mayor alcance del mundo. El Sarmat es el misil balístico intercontinental pesado de nueva generación de Rusia, capaz de transportar hasta 10 ojivas nucleares grandes, una combinación de ojivas y contramedidas, o vehículos hipersónicos de planeo. En esencia, el Sarmat es un arma del fin del mundo, concebida para su uso en una guerra nuclear total entre Rusia y Estados Unidos. Por ello, no es de extrañar que los funcionarios rusos exalten sus capacidades, con el presidente Vladimir Putin describiéndolo como un "arma verdaderamente única" destinada a "dar que pensar a quienes, en el fragor de una frenética retórica agresiva, intentan amenazar a nuestro país". Sin embargo, hasta ahora, lo único único del misil Sarmat es su propensión al fracaso.
Historial de fallos y retrasos
Tras un primer vuelo de prueba completo que aparentemente transcurrió sin incidentes en 2022, el programa ha sufrido una serie de fallos consecutivos. El más notable fue una explosión catastrófica el año pasado que destruyó el silo subterráneo del misil Sarmat en el norte de Rusia. El Sarmat está destinado a reemplazar la anticuada flota de misiles balísticos intercontinentales estratégicos R-36M2, construidos en Ucrania. El RS-28, a veces denominado "Satanás II", es un "producto exclusivo de la cooperación industrial rusa", según el Ministerio de Defensa de Rusia. La falta de resolución del vídeo del fallo del misil la semana pasada impide confirmar si se trataba de un Sarmat o de un R-36M2 de modelo más antiguo, pero los analistas coinciden en que lo más probable es que fuera un Sarmat. El silo utilizado para la prueba del viernes había sido recientemente renovado, quizás para adaptarlo a las pruebas del Sarmat tras la destrucción del emplazamiento de lanzamiento del nuevo misil el año pasado. Esta "renovación urgente" apoya la hipótesis de que el accidente involucró al Sarmat.
Incertidumbre sobre el arsenal nuclear ruso
Si este fuera otro fallo del Sarmat, sería muy perjudicial para el futuro a medio plazo de la disuasión rusa. Los misiles R-36M2, que portan una parte significativa de las ojivas estratégicas de Rusia, ven su reemplazo empujado aún más hacia el futuro, mientras que su mantenimiento, previamente gestionado por Ucrania hasta 2014, sigue siendo muy incierto. El fallo añade una nueva incertidumbre a la preparación del arsenal nuclear de Rusia. Si se tratara de una prueba de uno de los misiles balísticos intercontinentales más antiguos de Rusia, el resultado plantearía interrogantes sobre la degradación y obsolescencia del hardware. En el caso más probable de un vuelo de prueba del Sarmat, sería el último de una serie de problemas que han retrasado su entrada en servicio desde 2018. Mientras el Sarmat ha flaqueado, los recursos militares rusos se han dedicado a la guerra contra Ucrania.
Prioridades militares y disuasión
El Kremlin ha utilizado su arsenal estratégico para advertir contra una mayor implicación de Estados Unidos o Europa en la guerra. En la práctica, la modernización de las fuerzas nucleares de Rusia se ha estancado mientras el Kremlin repone activos esenciales para el conflicto en Ucrania. Rusia posee un inventario de misiles balísticos intercontinentales más ligeros capaces de portar ojivas únicas o un puñado de MIRV (Vehículos de Reentrada Múltiple Independientemente Orientables), cada uno con sus propias armas nucleares. Cuando funciona, el Sarmat puede lanzar muchas más ojivas a objetivos lejanos en un solo lanzamiento. Rusia tiene programada una prueba de su misil Yars, uno de los misiles balísticos intercontinentales más pequeños del ejército, para la próxima semana. Incluso antes del accidente de la semana pasada, algunos analistas contemplaban la posibilidad de que Rusia cancelara el programa Sarmat.