- Sega planeó una consola portátil monocromática para competir con Game Boy.
- El proyecto fue rechazado por Sega, a pesar del optimismo de Tectoy.
- Arnhold creía que el dispositivo, con juegos de Sega, habría sido un gran éxito.
Sega y Nintendo mantuvieron una intensa rivalidad en el mercado de hardware durante las décadas de 1980 y 1990, aunque Nintendo solía ser más exitosa comercialmente. En el ámbito de las consolas portátiles, Nintendo dominó de forma contundente. Su Game Boy, lanzado en 1989, junto con su sucesora, la Game Boy Color, vendieron casi 120 millones de unidades a lo largo de su vida útil. En comparación, la Game Gear de Sega, que ofrecía una pantalla a color, solo alcanzó los 10,62 millones de unidades vendidas. Uno de los principales inconvenientes de la Game Gear fue su elevado consumo de baterías para alimentar su pantalla iluminada.
El ambicioso plan de Tectoy para desafiar a Nintendo
Las cosas podrían haber sido diferentes si Stefano Arnhold, quien dirigía el distribuidor brasileño de Sega, Tectoy, hubiera tenido éxito con su propuesta. En una entrevista exclusiva con Time Extension, Arnhold ha revelado que planteó la idea de una consola portátil monocromática de Sega, convencido de que no tenía "ninguna posibilidad de fracasar". Arnhold recordó la experiencia de jugar con dos Game Gear, destacando que era "una experiencia increíble" y que incluso se podía usar como "un televisor". Sin embargo, eran conscientes de que "nunca alcanzarían los millones" que estaba vendiendo Game Boy, especialmente en Brasil.
Mejoras y distribución del prototipo
Arnhold contactó a una empresa en Taiwán que tenía un producto que les interesaba vender. Aunque el dispositivo era aceptable, Arnhold solicitó a su jefe de ingeniería, Roberto, que mejorara el audio, a lo que él accedió, aunque con un coste adicional. Arnhold razonó que si el producto podía vender medio millón de unidades, cubriría la inversión inicial. Posteriormente, se dirigió a Randy Rissman, propietario de Tiger Electronics, una empresa con una excelente distribución, especialmente en Estados Unidos, y le propuso la idea: "Ahora imagina si esto tuviera juegos de Sega". Rissman consideró que la idea "parecía bastante factible".
La visión de Arnhold y el rechazo de Sega
El dispositivo propuesto se asemejaría tecnológicamente al Game Boy, pero con el distintivo de Sega. Arnhold imaginaba que "si los pones uno al lado del otro con un Game Boy, serían, digamos, similares al Game Boy, pero para nuestros juegos: Altered Beast, Golden Axe, Afterburner, Sonic y toda la biblioteca, ¿verdad? Creo que habría sido un gran éxito. En mi opinión, no había ninguna posibilidad de fracasar". Lamentablemente, Sega no compartió este optimismo. "Todo me parecía bastante positivo, pero luego volé a Tokio y tuve una reunión muy mala con Sega", explica Arnhold. "Me dijeron: 'De ninguna manera', pero esta vez lo dijeron de forma convincente, así que supe que no podía hacerlo. Dijeron: 'No, Sega nunca tendrá una consola portátil monocromática'."
El destino de los prototipos y la ironía final
Desafortunadamente, ninguno de los prototipos de este sistema inédito ha sobrevivido. "Lo mantuvimos muy, muy en secreto", afirma Arnhold. "Al principio, no queríamos que nadie lo supiera por razones obvias, pero luego, cuando Sega estuvo tan decidida a no aprobarlo ni licenciarnos sus juegos, nos deshicimos de todo lo relacionado con él". Arnhold creía que era "una excelente idea", pero la negativa de Sega llevó a abandonar el proyecto. Irónicamente, los juegos de Sega acabarían llegando a una consola portátil monocromática, y nada menos que de Tiger, ya que Sega permitió el lanzamiento de títulos como Sonic Jam y Fighters Megamix en la desafortunada Game.com.