• La policía de Chico, California, respondió a informes de disparos y lenguaje amenazante.
  • La causa resultó ser un jugador de videojuegos que emitía sonidos fuertes con la ventana abierta.
  • Afortunadamente, la situación no escaló y no hubo peligro real.

Un incidente inusual tuvo lugar en Chico, California, este fin de semana, cuando la policía fue alertada por un residente que reportó haber escuchado lo que parecían ser disparos y lenguaje amenazante proveniente de una vivienda cercana. La rápida respuesta de las autoridades permitió esclarecer la situación, que, aunque molesta, no representaba un peligro real para la seguridad pública. Los agentes descubrieron que el origen del alboroto era un jugador de videojuegos.

Intervención policial por volumen excesivo

La llamada de emergencia se produjo el sábado por la tarde, alrededor de las 17:30 horas, cuando un vecino alertó a las autoridades sobre los ruidos sospechosos. Según el informe de Action News Now, los sonidos descritos eran similares a detonaciones de armas de fuego, lo que motivó un despliegue policial considerable en la zona. Al llegar al lugar, los oficiales se encontraron con una escena que, si bien generó preocupación inicial, pronto se reveló como una situación de bajo riesgo. La causa de la alarma era, en efecto, un jugador que mantenía el volumen de su partida a un nivel extremadamente alto, con la ventana de su habitación abierta.

Detalles del incidente y juegos sospechosos

Aunque no se proporcionaron detalles específicos sobre el juego que estaba siendo reproducido, la naturaleza de los sonidos y el contexto sugieren que podría tratarse de un título de acción o disparos en primera persona. Comentarios en redes sociales y foros de noticias apuntan a títulos recientes como Call of Duty: Black Ops 7 o Battlefield 6 como posibles candidatos. Este tipo de incidentes, aunque cómicos en retrospectiva, sirven como un recordatorio de la importancia de moderar el volumen al jugar, especialmente en entornos urbanos o residenciales. Afortunadamente, en esta ocasión, la intervención policial no derivó en una escalada innecesaria, un alivio considerando casos previos donde la confusión ha llevado a situaciones mucho más graves.

 

Podría haber sido peor

La historia concluye con una nota de alivio, demostrando que no todas las interacciones entre jugadores y autoridades terminan de forma negativa. A diferencia de otros casos documentados donde acciones malintencionadas han provocado despliegues de equipos SWAT contra jugadores inocentes, este incidente se resolvió sin mayores complicaciones.