• El uso de redes sociales tiene una correlación modesta con un peor bienestar, pero la genética juega un papel importante.
  • Los investigadores analizaron datos de más de 6.000 gemelos en el Netherlands Twin Register.
  • Los hallazgos sugieren que la influencia de las redes sociales en la salud mental es compleja y varía individualmente.

Una nueva investigación publicada en Behavior Genetics sugiere que la narrativa popular sobre los efectos perjudiciales de las redes sociales en la salud mental podría ser exagerada. El estudio, que analizó datos de miles de gemelos, encontró solo una pequeña correlación entre el uso de redes sociales y un peor bienestar. Los investigadores señalan que esta asociación está influenciada en parte por factores genéticos individuales.

El estudio se basó en el Netherlands Twin Register, un proyecto a largo plazo que recopila información sobre la salud mental y física de gemelos. Se examinó el tiempo dedicado a plataformas como Facebook y Snapchat, excluyendo actividades relacionadas como los videojuegos. Los resultados indicaron que, si bien existían vínculos modestos entre un mayor uso de redes sociales y resultados negativos para el bienestar, la genética parecía ser un factor clave. Se estima que la genética podría explicar hasta el 72% de la variación en la frecuencia de uso de redes sociales.

Además, el estudio observó que las personas con mejor bienestar tendían a usar una mayor variedad de plataformas, mientras que aquellas con peor bienestar se centraban en un número menor de sitios, publicando con mayor frecuencia. Sorprendentemente, un mayor uso de redes sociales se asoció con un mayor sentido de florecimiento vital. Los autores concluyen que culpar únicamente a las redes sociales o restringir su acceso no resolverá los desafíos de salud mental, sino que se debe considerar el contexto individual, la genética y el apoyo.