- Gobiernos europeos, como Alemania y Francia, utilizan el protocolo Matrix para cifrar sus comunicaciones oficiales.
- La Comisión Europea está probando Matrix para reemplazar aplicaciones como Signal, a pesar de proponer el debilitamiento del cifrado para los ciudadanos.
- Expertos critican la propuesta de la UE de escanear chats privados, calificándola de ingenua, ineficaz y un intento de control más que de seguridad.
La conferencia Matrix en Estrasburgo ha puesto de manifiesto una clara dicotomía en la visión sobre el cifrado: mientras los gobiernos europeos adoptan tecnologías de comunicación segura para sus propias necesidades, impulsan legislaciones que buscan debilitar la privacidad de los ciudadanos. Instituciones como la Comisión Europea están explorando el uso de Matrix, un protocolo de mensajería segura y descentralizada, para sus comunicaciones internas, al mismo tiempo que apoyan propuestas como el controvertido reglamento conocido como 'Chat Control'.
Este doble rasero ha generado preocupación entre expertos en ciberseguridad y defensores de la privacidad. Matthew Hodgson, cofundador de Matrix, señala la ingenuidad de pensar que se puede crear una puerta trasera en el cifrado accesible solo para las autoridades, ya que inevitablemente será explotada por otros. La propuesta de la UE, que busca escanear comunicaciones privadas para combatir delitos graves, es vista por muchos como una medida intrusiva que ataca un síntoma y no la raíz del problema.
La discusión sobre el cifrado se centra en la tensión entre la necesidad de seguridad para las investigaciones policiales y el derecho fundamental a la privacidad de los ciudadanos. Mientras algunos abogan por redefinir el concepto de comunicación privada, otros, como Gabriel Engel, fundador y CEO de Rocket.Chat, argumentan que el objetivo de estas propuestas no es la seguridad, sino el control sobre los ciudadanos. La comunidad tecnológica insiste en que la solución no pasa por debilitar el cifrado, sino por desarrollar infraestructuras más seguras y herramientas de confianza que permitan a la sociedad autorregularse y reportar delitos de manera efectiva.