- Se han reconstruido con detalle las características de Edmontosaurus annectens, un dinosaurio de pico de pato.
 - Los fósiles, encontrados en Wyoming, conservan escamas, pezuñas y una cresta gracias a un proceso de 'plantillado de arcilla'.
 - Este descubrimiento arroja luz sobre la preservación de tejidos blandos y la apariencia de vertebrados terrestres antiguos.
 
En las badlands de Wyoming, una zona rocosa del período Cretácico conocida como la "zona de las momias", se han encontrado varios especímenes de dinosaurio extraordinariamente bien conservados. Recientemente, científicos han utilizado dos de estos fósiles para determinar de forma definitiva cómo era una especie perdida hace mucho tiempo. En los años 2000, los investigadores hallaron dos especímenes de Edmontosaurus annectens, un gran dinosaurio de pico de pato, en la zona de las momias. Los fósiles mostraban detalles finos de escamas y pezuñas, 66 millones de años después de que estos animales caminaran por la Tierra.
Un estudio publicado en la revista Science detalla cómo se produjo este asombroso proceso de preservación, denominado 'plantillado de arcilla'. Tras la muerte de estos dos dinosaurios, una inundación repentina enterró sus cuerpos en sedimento. Las carcasas en descomposición fueron recubiertas por una película de bacterias que atrajo electrostáticamente arcilla del sedimento, formando una máscara de arcilla de apenas 0,02 centímetros de grosor que actuó como un molde tridimensional de su superficie real. Con el tiempo, el material orgánico se descompuso y el esqueleto se fosilizó bajo el molde. Este proceso ha permitido una visión completa y detallada de un dinosaurio grande con la que se puede confiar.
Gracias a estas dos "momias" de E. annectens, los investigadores han podido reconstruir la apariencia de la especie en vida. Determinaron que poseía una cresta carnosa a lo largo del cuello y la espalda que se convertía en una fila de púas en la cola. Su piel, fina, estaba mayormente cubierta de escamas pequeñas y redondeadas. Sorprendentemente, las patas traseras del ejemplar adulto presentaban pezuñas en forma de cuña. Estos hallazgos incluyen las primeras pezuñas documentadas en un vertebrado terrestre y el primer reptil con pezuñas confirmado. Artistas digitales han utilizado esta información para recrear el aspecto y movimiento de este dinosaurio caminando cerca del final del período Cretácico.