• El 30% de las grandes empresas europeas cotizadas han hecho promesas de cero emisiones netas, pero solo el 5% está en camino de cumplirlas.
  • La directiva de Eficiencia Energética de la UE exige a los grandes centros de datos informar sobre su consumo energético, marcando un punto de inflexión regulatorio.
  • La integración de estrategias ESG puede generar beneficios operativos y reputacionales, con inversores que exigen transparencia y resultados medibles.

La urgencia de la sostenibilidad se ha vuelto innegable, especialmente en el sector tecnológico, donde la demanda de energía de los centros de datos está en aumento debido a cargas de trabajo intensivas en IA. La Unión Europea, a través de su Directiva de Eficiencia Energética, ha establecido un marco regulatorio que obliga a los grandes centros de datos a reportar su consumo energético, agua y uso de energías renovables. Esto significa que la sostenibilidad ya no es una opción o una métrica de marketing, sino un requisito de rendimiento regulado.

Las empresas que adoptan estrategias de sostenibilidad de manera efectiva no solo cumplen con las regulaciones, sino que también obtienen ventajas competitivas. Estudios demuestran que las empresas con sólidas credenciales ESG disfrutan de una mejor rentabilidad y valoración de mercado. La transparencia en los esfuerzos ESG es crucial, ya que los inversores exigen cada vez más pruebas de que estas iniciativas están ligadas a un rendimiento a corto plazo. La adopción de tecnologías eficientes, la optimización de recursos y la innovación en procesos son clave para lograr ganancias operativas y mantener la confianza del mercado.

La clave para el progreso significativo reside en la integración de la sostenibilidad como un principio de diseño fundamental en la estrategia de TI, en lugar de considerarla un ejercicio de cumplimiento posterior. Esto implica tomar el control directo de los sistemas que operan, la energía que consumen y la forma en que su infraestructura escala. La visibilidad y los datos sobre el uso de energía y recursos son esenciales para la optimización real. Las empresas deben adoptar un enfoque proactivo, utilizando herramientas y estrategias que mejoren la eficiencia, la transparencia y la alineación con los objetivos de la economía circular, asegurando así su resiliencia y rendimiento en el mercado futuro.