• Investigadores desarrollan 'clones' de IA para predecir las voluntades de pacientes incapacitados en decisiones de vida o muerte.
  • El objetivo es que estos 'sustitutos de IA' ayuden a familiares y médicos a tomar decisiones alineadas con los valores del paciente.
  • Aún en fases conceptuales, la tecnología enfrenta desafíos éticos y de precisión significativos antes de una posible implementación.

La posibilidad de que una inteligencia artificial (IA) replique a un paciente para ayudar en decisiones médicas críticas, como la prolongación o interrupción de la vida, está cada vez más cerca de ser una realidad. Investigadores como Muhammad Aurangzeb Ahmad, de la Universidad de Washington, están trabajando en el desarrollo de estos 'sustitutos de IA'. El objetivo principal es que estos sistemas puedan predecir las preferencias de un paciente incapacitado, basándose en datos recopilados, para asistir a familiares y personal médico en momentos cruciales. Aunque ningún hospital ha implementado aún estos 'clones' digitales, el proyecto busca pilotarlos en un centro médico de EE. UU., enfrentando un camino lleno de consideraciones éticas y técnicas.

La precisión de estos modelos de IA es un punto clave. Actualmente, se basan en datos ya existentes como historial médico, gravedad de las lesiones y elecciones previas. Sin embargo, la verificación de su exactitud es compleja, ya que solo se puede confirmar si el paciente sobrevive y puede validar la decisión del modelo. Los expertos advierten sobre la dificultad de capturar la complejidad de las decisiones humanas y la posible pérdida de matices contextuales que un sustituto humano sí podría aportar. Además, existe la preocupación de que la dependencia de la IA pueda erosionar la confianza en los sistemas de salud o incluso desalentar las conversaciones importantes entre pacientes y sus seres queridos.

La comunidad médica muestra cautela ante esta tecnología. Si bien se reconoce el potencial de la IA para aliviar el estrés en situaciones de alta presión, también se subraya la importancia insustituible del juicio humano y la experiencia vivida. La implementación de 'sustitutos de IA' requerirá una transparencia rigurosa y un debate público amplio para abordar las implicaciones éticas y sociales. La investigación actual se centra en refinar los modelos y explorar marcos de equidad, pero la posibilidad de que esta tecnología llegue a los pacientes aún podría tardar más de una década, y siempre como una herramienta de apoyo, no como un reemplazo del criterio humano.