- Josh Sawyer prioriza la historia y la realidad en sus RPG para evitar que se vuelvan excesivamente mágicos.
- Su enfoque materialista en la construcción de mundos se aplica a títulos como Fallout: New Vegas, Pillars of Eternity y Pentiment.
- Sawyer cree que anclar las narrativas en elementos históricos y necesidades humanas básicas hace que las historias sean más creíbles y atractivas.
El reconocido desarrollador Josh Sawyer, conocido por su trabajo en títulos como Fallout: New Vegas y la saga Pillars of Eternity, ha compartido su filosofía sobre la creación de mundos en los videojuegos de rol. Sawyer enfatiza la importancia de anclar sus creaciones en la historia y la realidad, argumentando que una vez que un juego se adentra demasiado en lo fantástico, resulta casi imposible devolverlo a un plano terrenal comprensible para los jugadores.
Sawyer describe su enfoque como "materialista", buscando que los entornos y las narrativas se sientan creíbles y fundamentados. Esto se manifiesta en juegos como Pentiment, donde las historias locales y las luchas de poder son centrales, o en Pillars of Eternity, que, a pesar de sus elementos divinos, explora temas de colonialismo e imperialismo con bases históricas. Incluso en Fallout, Sawyer se centra en las necesidades básicas de supervivencia y reconstrucción tras el apocalipsis, lo que considera la esencia del género post-apocalíptico.
El desarrollador considera que esta atención al detalle histórico y a las dinámicas humanas es lo que hace que sus juegos sean tan atractivos para los jugadores. En Pillars of Eternity II: Deadfire, por ejemplo, las facciones coloniales y las culturas nativas se basan en conflictos históricos reales, creando una dinámica compleja. Sawyer también es cauteloso con elementos como la teletransportación, asegurándose de que se integren de manera que no rompan la lógica interna del mundo, preservando así el sentido de espacio, misterio y, sobre todo, la credibilidad de las historias.