- Labubu, un juguete de diseño, se ha convertido en una tendencia cultural global para la Generación Z.
- Su éxito es un reflejo del ascenso de China en la manufactura y la creación de tendencias culturales, similar a empresas tecnológicas.
- La historia del juguete se remonta a la industria juguetera de Hong Kong en los años 70 y 80, evolucionando hacia el mercado de diseñadores independientes.
El fenómeno Labubu, un monstruo de peluche de aspecto peculiar, ha trascendido fronteras para convertirse en la última gran tendencia cultural de la Generación Z a nivel mundial. Este éxito, que parece surgir de la nada, tiene en realidad profundas raíces en la historia de Hong Kong y la evolución de la industria del juguete, culminando en el dominio manufacturero de China.
La trayectoria de Labubu es un claro ejemplo de cómo una empresa china ha logrado, por primera vez, un impacto cultural y un nivel de éxito global comparable a fenómenos como Pokémon Go o el K-pop. La clave reside en la capacidad de China para transformar su experiencia en manufactura, que históricamente se centró en la producción de imitaciones, en marcas reconocidas internacionalmente y en la creación de tendencias culturales. Este proceso de ascenso en la cadena de valor es similar al observado en empresas tecnológicas chinas que pasaron de ser productoras de imitaciones a líderes en innovación.
La historia se inicia en Hong Kong durante las décadas de 1970 y 1980, cuando la ciudad era un centro neurálgico para la fabricación de juguetes para grandes marcas internacionales. Esta época permitió que una generación de diseñadores, como Howard Lee, fundador del estudio How2Work, creciera rodeada de juguetes, muchos de ellos con imperfecciones, lo que alimentó su deseo de crear sus propias versiones mejoradas. Lee, junto al ilustrador Kasing Lung, dio vida a Labubu en 2015, lanzando una primera tirada limitada que, a pesar de las limitaciones de producción, capturó la atención por su singularidad. La estética distintiva de Labubu, descrita como "cuteness" (ternura) con un toque distintivamente hongkonés, ha demostrado resonar con audiencias globales, derribando barreras culturales.
La empresa Pop Mart, fundada en 2010, ha sido fundamental en la masificación de Labubu y otros juguetes de diseño. Aprovechando la vasta capacidad de manufactura china, Pop Mart ha transformado la industria del juguete de diseño, antes de nicho, en un producto cultural de masas. Esta estrategia de colaboración con artistas internacionales y producción en China ha posicionado a las marcas chinas no solo como potencias manufactureras, sino también como creadoras de tendencias culturales globales. El éxito de Labubu subraya un cambio significativo en la economía de manufactura china, que va más allá de la producción de bajo coste y las imitaciones, para adentrarse en la creación y liderazgo de tendencias culturales a escala mundial.