- Las discográficas acusan a Suno de eludir las protecciones de YouTube para descargar y copiar canciones.
- La demanda alega que Suno utilizó "código" para acceder y descargar obras protegidas de Universal, Sony y Warner.
- La RIAA busca 2.500 dólares por cada acto de elusión y hasta 150.000 dólares por obra infractora.
Las principales discográficas han intensificado su batalla legal contra Suno, la startup de inteligencia artificial para la creación musical. En una demanda modificada presentada el 19 de septiembre, la Recording Industry Association of America (RIAA) acusa a Suno de "stream ripping" ilegal de canciones en YouTube, una práctica que consiste en convertir contenido de plataformas de streaming en archivos descargables. La demanda alega que Suno eludió deliberadamente las medidas de protección contra la copia no autorizada implementadas por YouTube.
Según la querella, Suno supuestamente empleó "código" para acceder, extraer, copiar y descargar obras protegidas de sellos como Universal, Sony y Warner. Además, se le acusa de violar los términos de servicio de YouTube al sortear su cifrado "rolling cipher". Esta elusión de las medidas tecnológicas de YouTube, según la demanda, facilita la infracción masiva y continua de Suno, violando las disposiciones anti-elusión de la Digital Millennium Copyright Act (DMCA). La RIAA busca ahora una indemnización de 2.500 dólares por cada acto de elusión, además de hasta 150.000 dólares por cada obra infractora.
Suno, que no ha hecho públicos sus conjuntos de datos de entrenamiento y es vago sobre su adquisición, defiende que el uso de material con derechos de autor está protegido por la doctrina del "uso legítimo" (fair use). Sin embargo, la demanda modificada rebate este argumento señalando investigaciones que sugieren que Suno obtuvo sus datos de entrenamiento ilegalmente. Este argumento es particularmente relevante dada su similitud con el acuerdo de piratería de libros de Anthropic, aunque ese caso está actualmente en suspenso. La RIAA insiste en que la startup alimentó "décadas de las grabaciones sonoras más populares del mundo" en sus modelos de IA sin autorización.