Tras un largo periodo de sequía, la saga Silent Hill regresa con fuerza gracias a Silent Hill f. La recepción crítica ha sido muy, muy positiva, situando al juego en la élite del terror, con una puntuación de Metacritic que ronda los 86 puntos. Este éxito se debe, en gran medida, a la audaz apuesta de NeoBards Entertainment por una fórmula que respeta la herencia de la saga, al tiempo que la reinventa con una visión fresca y personal.
La crítica coincide en destacar la atmósfera opresiva y la tensión constante que Silent Hill f logra generar. No se trata de sustos baratos, sino de una construcción lenta y meticulosa del terror psicológico que mantiene al jugador en vilo durante horas. La capacidad del juego para equilibrar la amenaza con la exploración, según varios críticos, es uno de sus puntos fuertes, incentivando sesiones de juego cada vez más largas.
Más allá de la atmósfera, la narrativa parece haber sido un elemento clave en el éxito del título. Se describe como una experiencia profundamente personal e inquietante, que profundiza en la psique de los personajes y explora temas complejos con sensibilidad. Esta apuesta por la introspección, lejos de restar intensidad, parece haber enriquecido la experiencia de terror.
Aunque la mayoría de las reseñas son entusiastas, algunas critican el exceso de combate y enfoque en la acción, aunque lo justifican al tratarse de un spin-off y no de una entrega principal numerada.
En resumen, Silent Hill f parece haber logrado algo excepcional: no solo ha traído un nuevo juego com éxito a una saga legendaria, sino que lo ha hecho cambiando por completo varios de los pilares de la misma. Así, se presenta como una experiencia imprescindible para los amantes de los juegos de acción y terror, y una muestra de cómo la innovación puede coexistir con la fidelidad a la tradición.