- Los chimpancés consumen diariamente el equivalente a casi dos bebidas alcohólicas estándar.
- La fruta fermentada que ingieren contiene hasta un 0,61 por ciento de alcohol por volumen (ABV).
- Este hallazgo apoya la hipótesis de que la atracción humana por el alcohol tiene raíces evolutivas profundas.
Un nuevo estudio publicado en Science Advances ha medido por primera vez el contenido de etanol en las frutas consumidas por chimpancés en Costa de Marfil y Uganda. Los resultados indican que estos primates ingieren una cantidad diaria de alcohol equivalente a casi dos bebidas estándar para humanos, después de ajustar por su menor masa corporal. Esta investigación es la evidencia más reciente que respalda la controvertida "hipótesis del mono borracho" de Robert Dudley, la cual sugiere que la atracción humana por el alcohol se remonta a unos 18 millones de años, al origen de los grandes simios.
Los científicos recolectaron y analizaron muestras de pulpa de fruta caída en dos sitios de estudio, encontrando que casi el 90 por ciento de la fruta contenía etanol, con los ejemplares más maduros presentando los niveles más altos. Si bien la concentración alcohólica es relativamente baja comparada con las bebidas humanas, la gran cantidad de fruta que constituye entre el 60 y el 80 por ciento de su dieta podría sumar una ingesta considerable. Aunque es poco probable que los chimpancés se emborrachen, la exposición crónica al alcohol dietético podría haber influido en la evolución de mecanismos para metabolizarlo.
Los autores del estudio, Aleksey Maro y Robert Dudley, sugieren que esta exposición ancestral al alcohol dietético pudo haber llevado a la evolución de una asociación entre el consumo de alcohol y la recompensa de los azúcares de la fruta, explicando así la atracción humana actual por las bebidas alcohólicas. La investigación futura planea analizar metabolitos de alcohol en la orina de los chimpancés para refinar las estimaciones de su ingesta diaria. Este trabajo subraya la profunda conexión evolutiva entre los primates y el alcohol, que podría remontarse hasta 30 millones de años.