- La Tierra primitiva perdió elementos volátiles esenciales debido a su cercanía al Sol.
- Un impacto con un cuerpo del tamaño de Marte habría aportado el agua y los compuestos necesarios para la vida.
- El análisis de isótopos en rocas terrestres y meteoritos respalda esta hipótesis sobre el origen de la vida.
La Tierra que conocemos hoy podría ser radicalmente diferente si no hubiera sufrido una colisión masiva en sus inicios. Científicos de la Universidad de Berna proponen que este evento cataclísmico, protagonizado por un planeta del tamaño de Marte, fue fundamental para dotar a nuestro planeta de los elementos volátiles, como agua, carbono y azufre, que se perdieron en sus primeros millones de años. Sin esta aportación externa, la Tierra primitiva, extremadamente caliente y cercana al Sol, habría sido un mundo árido e inhóspito para el desarrollo de la vida compleja.
El estudio, publicado en Science Advances, se basa en el análisis de la desintegración radiactiva de isótopos de manganeso y cromo en muestras terrestres y fragmentos de meteoritos. Estos hallazgos indican que la proto-Tierra selló su composición química muy temprano, unos 3 millones de años después de la formación del sistema solar, mostrando una escasez de elementos volátiles. La hipótesis sugiere que este planeta, denominado Theia, proveniente de las afueras del sistema solar, impactó contra la proto-Tierra entre 30 y 100 millones de años después del inicio del sistema solar, transfiriendo la riqueza química necesaria. Si bien Theia no 'creó' la vida, sí estableció las condiciones químicas y físicas mucho más favorables para que esta pudiera surgir posteriormente.