• Los 'smartwatches' infantiles en China, especialmente los de la marca Xiaotiancai, son portales a un mundo social competitivo.
  • Los niños acumulan 'me gusta' en sus perfiles como principal actividad, recurriendo a bots y trucos para aumentar su popularidad.
  • Esta competencia genera presión social, negocios paralelos y preocupación por la seguridad y adicción infantil.

En China, los padres adquieren 'smartwatches' para niños de tan solo cinco años, principalmente para localizarlos y poder contactarles. Sin embargo, para los menores, estos dispositivos representan mucho más que una herramienta de seguridad; son la puerta de entrada a un universo digital donde la socialización se entrelaza con una feroz competencia. La marca Xiaotiancai, que se traduce como 'Pequeño Genio', domina este mercado, acaparando casi la mitad de la cuota global de 'smartwatches' infantiles. Estos aparatos, que pueden costar hasta 330 dólares, permiten a los niños realizar compras, chatear, compartir vídeos y jugar, pero su actividad principal gira en torno a la acumulación de 'me gusta' en sus perfiles.

La gamificación de la vida infantil

La estrategia de Xiaotiancai consiste en gamificar casi todas las actividades cotidianas de un niño. Jugar al ping-pong, publicar actualizaciones o cualquier otra acción suma puntos de experiencia que elevan el nivel del usuario, lo que a su vez incrementa la cantidad de 'me gusta' que pueden enviar a sus amigos. Se trata de un sistema de reciprocidad: un 'me gusta' recibido se devuelve, fomentando una red de interacciones. Esta dinámica ha llevado a que altas cifras de 'me gusta' se conviertan en un símbolo de estatus. Jóvenes usuarios comparten sus logros en plataformas como RedNote (Xiaohongshu), buscando expandir sus círculos sociales para coleccionar más 'likes' y distintivos. Los usuarios de menor nivel solo pueden dar cinco 'me gusta' diarios a cada amigo, mientras que los de mayor rango pueden dar hasta 20. Dado que el reloj limita a 150 amigos, existe un incentivo para maximizar el número de contactos de alto nivel. Los niños con menor estatus se ven obligados a participar en actividades competitivas para no ser descartados por sus amigos de mayor rango. Esta dinámica crea una compleja red de interacciones sociales mediadas por la tecnología.

El estatus a través de los 'likes'

La búsqueda de popularidad en estos dispositivos ha trascendido los límites de la plataforma. Los usuarios de Xiaotiancai buscan activamente nuevos amigos en redes sociales como RedNote para aumentar sus 'likes' y obtener insignias. El sistema de 'me gusta' diario y el límite de amigos incentivan la creación de redes extensas y de alto nivel. Los niños con menos popularidad se sienten presionados a mantener el ritmo para no perder sus conexiones sociales. Ivy Yang, fundadora de Wavelet Strategy, señala que los niños sienten un fuerte sentido de camaradería y comunidad, pero advierte sobre la mercantilización de la amistad que parece promover el dispositivo.

Negocios paralelos y riesgos de seguridad

La presión por destacar ha dado lugar a un mercado negro de trucos y servicios. En RedNote/Xiaohongshu, abundan los tutoriales y vídeos que explican cómo saltarse los límites diarios de 'me gusta', con títulos como "¡El primero del mundo! ¡Likes ilimitados en la nueva página de inicio de Little Genius!". Han surgido negocios dedicados a ayudar a los niños a mejorar sus métricas. Algunos usuarios de alto rango venden sus cuentas antiguas, mientras que otros ofrecen bots que envían 'me gusta' automáticamente o mantienen las cuentas activas durante las horas de clase. Alcanzar 800.000 'me gusta' puede convertir a un usuario en una figura importante dentro de la comunidad de Xiaotiancai. Un informe reciente detalló cómo una adolescente de 17 años, con más de 2 millones de 'likes', ganaba más de 8.000 dólares anuales vendiendo bots y cuentas. A pesar de la fama obtenida, la joven abandonó la plataforma tras enfrentarse a disputas y ciberacoso. La búsqueda de estatus digital puede acarrear consecuencias negativas.

Preocupaciones de padres y autoridades

Las autoridades chinas también han expresado su inquietud. En septiembre, una organización dedicada a la seguridad infantil emitió una advertencia sobre los riesgos de que los niños desarrollen relaciones peligrosas o sean víctimas de estafas a través de estos 'smartwatches'. El gobierno chino está elaborando normativas de seguridad nacionales para los relojes infantiles, ante la creciente preocupación por la adicción a internet, el contenido inapropiado y el gasto excesivo a través de la función de pago del dispositivo. Una madre, Lin Hong, relató sus temores iniciales al comprarle un 'smartwatch' a su hija de ocho años, por miedo a que se obsesionara con la pequeña pantalla. Sus temores se hicieron realidad, ya que su hija mostraba una clara adicción, buscando el reloj cada mañana y priorizando el juego sobre otras actividades. La gestión del tiempo y la supervisión digital se vuelven cruciales para los padres.

El debate sobre la edad y la supervisión

La experiencia de Lin Hong refleja la dificultad de equilibrar la autonomía infantil con la seguridad digital. A pesar de sus esfuerzos por limitar el tiempo de uso, su hija muestra resistencia a la supervisión materna, llegando a colgar el teléfono cuando se le llama. La situación plantea interrogantes sobre la edad adecuada para introducir a los niños en dispositivos conectados y la efectividad de las medidas de control parental frente a la creciente sofisticación de las plataformas. La empresa Xiaotiancai no respondió a las solicitudes de comentarios. La línea entre la conexión social y la adicción digital es cada vez más difusa.