• La IA generativa se perfila como la próxima gran revolución tecnológica en la industria del videojuego.
  • La IA puede ser una herramienta para aumentar las capacidades de los desarrolladores, no para reemplazar la diversión y la narrativa humana.
  • La adopción de la IA debe ir acompañada de inversión en los desarrolladores para asegurar su uso óptimo.

 

Meghan Morgan Juinio, veterana desarrolladora que pasó una década en Santa Monica Studio trabajando en dos exitosos títulos de God of War, ha compartido su perspectiva sobre el uso de la inteligencia artificial en el desarrollo de videojuegos. "Creo que si no la abrazamos, nos estamos perjudicando a nosotros mismos", afirmó Juinio, quien ve la IA como una herramienta que aumentará las capacidades humanas en el proceso creativo.

Juinio comparó la IA generativa con la generación procedural de contenido, una técnica utilizada desde hace décadas en juegos como The Elder Scrolls IV: Oblivion. Recordó cómo los animadores inicialmente se mostraron escépticos ante la captura de movimiento y la generación procedural de animaciones. "Es una herramienta, y algo que nos va a aumentar. Al menos por ahora, así es como lo veo. Va a evolucionar, estés a bordo o no", sentenció, mostrando confianza en que la IA encontrará su lugar, al igual que lo hicieron estas tecnologías en su momento.

A pesar de su optimismo, Juinio es cautelosa respecto a si la IA puede mitigar los crecientes costes de desarrollo de los juegos AAA. Subrayó que la diversión y una historia humana y atractiva son el corazón de un juego, elementos que la IA, por sí sola, no puede replicar. "No veo que la IA reemplace la jugabilidad divertida que está en el corazón de un juego como God of War", declaró. La desarrolladora enfatizó que, si bien la IA puede ser un complemento valioso, la esencia de los videojuegos reside en la creatividad y las experiencias humanas.

Finalmente, Juinio reiteró su convicción de que la IA no sustituirá la conexión emocional y la profundidad narrativa que provienen del toque humano. "Al final del día, todavía necesitas desarrolladores de videojuegos para tener las ideas", concluyó. La historia de God of War, por ejemplo, es un claro reflejo de experiencias humanas, y Juinio no prevé que esto cambie en el futuro cercano.